Luz Casal se aferra al presente

GUADALAJARA, JALISCO (23/FEB/2012).- Luz Casal sacó sus conclusiones: pensar en el futuro no tiene caso, y el pasado no se añeja cuando lo hace presente en sus recuerdos. Con esta visión y un temple inquebrantable se reencuentra con los mexicanos, a los que no había visitado luego de siete años donde pasaron muchas cosas, entre ellas, su lucha contra el cáncer de mama.

Hoy viene a Guadalajara tras un concierto en el Distrito Federal que califica como uno de los mejores que ha resultado en la gira, que recién comenzó este año, de apenas cinco fechas que lleva recorridas y todavía le falta un mundo por visitar.

Esta vez trae Un ramo de rosas en la mano, no se trata de flores precisamente sino de su nuevo álbum, al que así ha nombrado. Es una antología de temas que reúne tres décadas de carrera, el cual surge en un momento inspirador tras mantenerse parcialmente al margen para cuidar de su salud en 2007, cuando le fue detectado el cáncer de mama, y más tarde, en 2010, cuando el padecimiento regresó.

A pesar de que su lucha contra la enfermedad la obligó a desacelerar sus giras, Luz no dejó de producir, de hecho, se dedicó a trabajar en el estudio y su proceso creativo no se detuvo, al grado que ahora se siente con mayor sensibilidad como intérprete. Nada ha pasado sin dejar un beneficio a cambio.

Para esta noche, Casal tiene un objetivo: “Reencontrarme con la ciudad, con la gente, es una ocasión esperadísima de muchos años”, dijo en entrevista telefónica; además, viene con la firme intención de complacer a su público con un repertorio tan variado que haga valer la pena la cita.

Y es que la artista se ha caracterizado por su incursión en diversos géneros que la han llevado desde el rock hasta el bolero, logrando un equilibrio que le hizo ganarse el mote de ser una de las artistas más importantes de la música popular de su país.

Casal se confiesa un poco cansada, consecuencia de la gira, no ha dormido bien, pero subir al escenario y tener con el público un encuentro sonoro es su motor para seguir. Ahora que ha encarado al cáncer y lo ha vencido se enfila a una serie de conciertos que incluyen América, Asia, África y Europa.

— Regresas al país luego de siete años de ausencia y esta vez traes “Un ramo de rosas” ¿Qué historia hay detrás de esa producción?

— Es un disco recopilatorio en donde están las canciones inexcusables de mi repertorio, se unen el pasado y el presente con una identidad propia, a pesar de que hay diferencias en el tiempo, resulta homogéneo, no resulta un pastiche. Hay canciones hechas hace más de 20 años pero que para mí pertenecen a mi presente, el pasado está reflejado en ese disco pero para mí son presentes puesto que las estamos haciendo en cada concierto.

— A nivel interpretativo ¿qué ha cambiado en ti a partir del encuentro con el cáncer?

— De las experiencias fuertes de la vida sacas tus conclusiones, en este caso, después de mis experiencias relacionadas con la salud, soy una persona con una sensibilidad más desarrollada a nivel interpretativo, tengo una capacidad mayor para que la gente entienda lo que estás cantando, lo que has escrito, lo que estás interpretando, esa historia o ese sentimiento o emoción.

— ¿Qué papel jugó la música mientras enfrentabas esta lucha?

— Yo seguí trabajando, no estaba subida en el escenario pero seguí trabajando, hice un disco, preparé de manera bastante entregada y minuciosa el material de La pasión, haciendo un homenaje a la canción latinoamericana, y en ese sentido estaba acompañada de la música siempre, aparte de que me dediqué a ella, es un alimento necesario diariamente de una u otra manera.

— ¿Eres de la idea de vivir al día o de hacer planes ambiciosos?

— No me gusta hacer planes a futuro porque me he dado cuenta que eso me produce ansiedad y no es una sensación que me guste.

— ¿Cómo va encontrar mañana el público tapatío a Luz Casal?

— La gente se va a encontrar con una mujer más rotunda porque espero que siete años hayan servido para mejorar como persona, como cantante, como mujer.

Luz Casal en concierto /  Hoy,  21:00 horas / Teatro Diana / Boletos de 300 a 900 pesos