Los ciclos de Café Tacvba

GUADALAJARA, JALISCO (29/JUN/2013).- Como viejos lobos de mar, los integrantes de Café Tacvba han aprendido a realizar una sinergia entre los intereses personales y los del grupo, su carrera se guía de momentos, espacios determinados para recrearse, respirar, volverse creativos y, sobre todo, más innovadores para crear sonidos, se nutren de sus experiencias, de amigos, de viajes.

Rubén Albarrán, vocalista de la banda, ve como dos ciclos el trabajo sonoro de los Tacvbos, cuando crean la música y cuando la comparten en presentaciones en directo. “Disfrutamos mucho presentar nuestra música en vivo, son diferentes momentos, el de la creación, y el otro que es compartirla, son energías diferentes; una te llena de ella y la otra te la consume. Salir a tocar en vivo es alegría, emoción, orgullo, pero consume mucho porque es muy cansado, hay muchas actividades que no son precisamente musicales y que las tienes que enfrentar, como estar lejos de casa o no tenerla, vivir en el camino;  al cabo de uno o dos años te sientes agotado de no estar en un lugar fijo, de no ver a la familia, a los amigos, vamos,  tener algo rutinario”.

En entrevista, el músico habla de lo que representa su gira en este momento en el que tocan todas las canciones de su reciente material ''El objeto antes llamado disco'' y de los ciclos que vive la banda para regenerarse y seguir vigente.

—¿La idea del espectáculo en vivo para esta gira es algo más íntimo, similar a lo que hicieron cuando estaban presentando las canciones de su álbum actual?

—Quisimos reproducir el formato de la grabación (de ''El objeto antes llamado disco'') en el centro, de cara a nosotros mismos, porque es la forma que se utiliza cuando uno está ensayando y cuando estás grabando en vivo en estudio, cuando hicimos el álbum tuvimos público, un disco de estudio al que invitamos gente que fuera  testigo y participe porque el hecho de que estuvieran ahí nos hizo interpretar de forma diferente. Quisimos reproducir este formato para el concierto en vivo,  teníamos dificultades porque tener un escenario al centro  pues es difícil, pero lo logramos, es una experiencia muy bonita, hay una intimidad muy especial, no son espacios tan grandes como los conciertos que veníamos haciendo para cinco mil, 10 mil personas o más, sino que estos ''shows'' son para mil quinientas o dos mil, estamos presentando las canciones del último disco y también tocamos algunas canciones antiguas, pero que no habían sido tan sonadas.

—¿En el concierto interpretan completo “El objeto antes llamado disco”?

—Preferimos esperar un buen tiempo para presentarlo, precisamente  por eso, porque nos hemos dado cuenta, a través de los años y cada vez que sacamos un disco, que la gente comienza a escucharlo tal vez un año después de que salió; esta placa salió en octubre de 2012, ya tiene sus ocho o nueve meses, la gente ya conoce las canciones, pensamos que así disfrutan más del concierto.

—Hace poco estuvieron en Guadalajara con Los Tigres del Norte y ahora regresan a la ciudad, ¿qué representa para ustedes el público tapatío?

—Siempre hemos tenido buenas experiencias con el público tapatío, fuera de aquella mítica presentación, exactamente cuando estábamos presentando el ''RE'' donde nos apedrearon, en aquella época ese disco tenía dos meses de haber salido, nadie conocía las canciones, aparte estábamos hacíamos algo bastante diferente a lo que veníamos haciendo hoy, tocamos en un concierto con los Garigoles y La Cuca me parece, salimos a tocar ''El aparato'' y por supuesto que nos apedrearon (risas), son experiencias que nos enriquecen, nos encanta ir a tocar.

—¿Cómo viven las giras ahora? ¿Se vuelven más críticos y especialistas a la hora de diseñarlas?

—El proceso te va transformando y te va llevando hacia un  lugar, nosotros tenemos 24 años en esto, entonces sí nos ha transformado nuestra forma de tocar, de presentarnos, dejamos que fluya, nos gusta que todo sea de una forma natural, pero la experiencia sí la aplicamos, tenemos un equipo con el que hemos trabajado durante años y al que le tenemos plena confianza, y apoyados en ellos podemos hace un espectáculo  de este tipo, toda  la apuesta de luces y escenografía la desarrollamos entre el iluminador, Sergio Serrano que es nuestro ''production  manager'' y un servidor, a partir de conversaciones que tuvimos con toda la banda, hay lluvia de ideas, nos encanta hacerlo, es nuestra vida y es nuestra pasión.

—¿El estar alejados y luego regresar a la industria les da el beneficio de la creación?

—Definitivamente. Nos hemos dado cuenta de lo sano que ha sido darnos estos años  sabáticos, ésta es la tercera vez que lo hacemos y no lo vamos a dejar de hacer, para nosotros es muy  sano después de cada ciclo, es un espacio muy  libre en el cual cada uno de nosotros puede desarrollar sus proyectos individuales en los que hay chance de trabajar con otras personas, otros métodos, compartir con otros artistas o viajar simplemente.

-El público ya tenía ganas de verlos, en vivo, ¿ustedes también ya querían estar arriba del escenario?

-Ya nos moríamos de ganas, pasamos casi tres años sin presentarnos porque nos dimos como un año y medio de descanso y luego nos metimos a hacer el disco, queríamos ya tocar, desde el año pasado que lo hicimos pero con nuestra historia musical, ahora tocamos las de “El objeto...”.

-¿Cuando están separados qué música los inspira? ¿Qué escuchas tú?

-Cada uno se mueve en diferentes ámbitos y escucha su propia música. A mí en lo particular me pasó que en este ciclo me involucré en una puesta en escena donde me invitó la señora Ofelia Medina, también compartí con mi grupo alterno que se llana Hoppo! y pues con ese grupo es lo hippie total, nos vamos de gira, no tenemos manager, no tenemos disquera, ni la buscamos, nosotros hacemos todo y no hay muchas expectativas, más bien estamos atentos a lo que nos presenta el momento; con este grupo sí escuchamos música folclórica de diferentes partes del mundo, también me involucré con la problemática del pueblo Wixárica, fui convocado a ceremonias, a estar en contacto con su cosmogonía.

-¿En su trayectoria hay algún disco que les haya costado trabajo hacer y qué resultó el mejor para ustedes o todavía no lo hacen?

-Ese disco ya pasó, fue “Revés”, fue un disco en el cual como grupo teníamos un momento difícil, había mucho cansancio, hasta ese momento no nos habíamos dado un descanso como lo hacemos hoy; gracias a eso nos dimos ese espacio, este álbum fue medicina pura, nos sanamos como grupo e individuos, lo hicimos sólo para nosotros, para consentirnos, no es que de los otros no lo hagamos, pero este fue súper introspectivo, el hecho de que no tenga letras y que sea un disco instrumental, nos llenamos de energía para salir a defender ese proceso creativo que no fue nada fácil, para las compañías fue un fracaso total, ellos sólo lo van a ver a partir de ese parámetro, de cuántas copias vendió, pero para nosotros fue un éxito porque nos reunió de nuevo como grupo y como amigos, a la gente no le gustaba y ahora lo ve o lo reconoce como un disco de culto.

Ahora “El objeto...” es de puro gozo, fue planeado así, no había una idea clara de cómo hacerlo hasta que surgió la propuesta de irnos a viajar, de ver a nuestro amigos de Chile, de Argentina, de Los Ángeles, a comer bien, a disfrutar.

-¿Los reconocimientos son importantes para ustedes, como el ser una banda representativa de América Latina?

-Siempre es un halago, recibir reconocimientos es importante, pero de eso a que lo tomemos como algo que guie nuestros pasos, no, nos afectaría, nos haría daño; nosotros nos representamos a nosotros mismos y de forma individual, yo no pienso lo mismo que piensa Quique y él lo mismo que yo, tenemos nuestra forma de pensar, podemos trabajar como una colectividad, no queremos ser representantes de nada.

FRASE

"El disco ''Revés'' fue medicina pura, nos sanamos como grupo e individuos, lo hicimos sólo para nosotros para consentirnos; fue súper  introspectivo".

Rubén Albarrán, vocalista de Café Tacvba.

Café Tacvba / Calle 2, Parres Arias y Periférico Norte / 20:45 horas / Boletos: 750 pesos.