Los Juegos Panamericanos muestran su rostro musical

GUADALAJARA, JALISCO (05/JUL/2011).- Si hay dos cosas que puede presumir Guadalajara de cara a la justa deportiva de los Juegos Panamericanos 2011 es la calidad de sus atletas por un lado y su capacidad para convocar estrellas en sus diversos escenarios por otro. Y fue justamente eso lo que brilló por la noche en el Centro Acuático Scotiabank, donde diversos artistas se convirtieron en Embajadores panamericanos y de paso celebraron que la Perla Tapatía se encuentra a menos de 100 días del arranque de la justa.

El festival musical, que contó con la presencia de autoridades gubernamentales, deportivas y miembros del comité organizador, estuvo conducido por Jacqueline Bracamontes, que presumió “su casa” de cara a lo que serán los Juegos Panamericanos.

El primero en aparecer sobre la tarima,montada a un costado de la alberca central, fue el chiapaneco Reyli, uno de los cantautores más destacados de los últimos tiempos y quien se declaró “encantado de visitar Guadalajara” siempre que puede, en especial cuando se trata de representar uno de los eventos deportivos con mayor proyección a nivel mundial. La presencia del músico sería el preludio de una noche donde la constante al margen de los géneros musicales tuvo como línea principal el romance y la pasión.

Encuentro de pasiones

Tras Reyli Barba quien tomó escena fue Belanova, conjunto tapatío que se mostró “orgulloso”por representar con su música por todo el mundo a Guadalajara. El grupo encabezado por Denisse interpretó el clásico tema Amor, amor, amor, para dar paso luego a No me voy a morir, sencillo que ha sonado con insistencia en la radio.

En declaraciones posteriores al show que ofrecieron, Richie, integrante de Belanova, se mostró interesado en participar con su música en los Juegos Panamericanos “porque es como podemos colaborar mejor, ya que de deportistas no la hacemos (risas)”.

La siguiente artista en aparecer en escena fue Ninel Conde, quien mostró sus cualidades con el baile y derrochó energía con su grupo de bailarines en escena,algo que contrastó con la siguiente vocalista que apareció en la tarima: Edith Márquez, que con su voz pausada y melodiosa demostró el porqué es una de las voces consentidas de México.

El escenario, compuesto por diversas pantallas en leds, tuvo como elemento extra la presencia de una orquesta en vivo. Uno de los vocalistas que mejor supo sacarle provecho a este elemento sonoro fue Carlos Cuevas, uno de los compositores más prolíficos de México, quien pudo refrendar el cariño del público en su show.

Al cierre de esta edición se presentó Napoléon y Yuri, mientras aun se esperaba la presencia de Pablo Montero, Benny Ibarra y Lupita D'Alessio.


La frase:

“La música como el deporte se alimenta de la pasión, y México es un país lleno de pasión”

Denisse, vocalista de Belanova.