Los Grammy se rinden ante Adele; la británica se lleva seis preseas

LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS (13/FEB/2012).- Como si se tratara de un cuento de hadas, Adele regresó a los escenarios tras someterse a una operación en las cuerdas vocales que puso en peligro su capacidad para cantar, y lo hizo por la puerta grande, imponiéndose en las principales categorías de los Premios Grammy, entregados anoche en el Staples Center de Los Ángeles, California.

Los últimos años se caracterizaron por el desenfado, la polémica y la aparición de nuevas estrellas en la ceremonia. Sin embargo, en esta edición la gala vivió un ambiente enrarecido, con la industria discográfica en plena transición rumbo a las ventas digitales, varias leyendas que recibieron homenajes y la muerte de Whitney Houston, tiñendo de seriedad lo que suele ser fiesta.

Las reinas de otros años y grandes figuras comerciales tampoco salieron con una sonrisa de la gala. Katy Perry y Nicki Minaj tuvieron que conformarse con presentar números musicales, sin levantar ningún premio, mientras que Lady Gaga ni siquiera tuvo que abandonar su asiento en esta entrega, un contraste con la ceremonia pasada, en la cual arrasó con varios galardones.

Adele quien volvió a encender la fiesta y demostró que es la buena  voz y no la imagen lo que observaron, al menos este año, los críticos que otorgaron los gramófonos dorados, primero cantando a todo pulmón el tema Rolling in the deep, con lo que dejó con la boca abierta a todos en el auditorio, y luego apabullando en la entrega de premios, al levantar seis galardones, por el álbum 21, en las principales categorías: Disco, Grabación y Canción del año. Y su reinado, apenas comienza.