No hubo retransmisión en vivo y tampoco incertidumbre, ya que los ganadores se conocían de antemano, pero no faltó la emoción y el humor que corrió a cargo de los ocho artistas iberoamericanos que acudieron a recoger su gramófono dorado, una cita a la que solo faltó el pianista Eddie Palmieri por una enfermedad.A sus 70 años, el venezolano Oscar D'León dejó huella de su carisma y atendió a la prensa en los prolegómenos del evento con la vitalidad de un chiquillo de 15, edad con la que reconoce sentirse aún cuando se sube a los escenarios."No me voy a retirar hasta que cumpla 100 años", afirmó el célebre salsero que, como sus compañeros, se mostró muy agradecido y abrumado, hasta el punto de que tuvo que hacer un esfuerzo para contener las lágrimas tras unas gafas oscuras que ocultan sus problemas oculares.El cantante terminó por quitárselas y bromear sobre su operación en su ojo izquierdo el pasado mes de mayo "A los 70 perdí la vista de un ojo. 70 de éste (izquierdo) y 70 del otro (derecho), son 140 (años de vida)", dijo D'León, que aseguró que entró cantando al quirófano para que los médicos se relajaran y ahora espera que llegue el día de tener "un ojo biónico"."Hay que ser positivos", comentó D'León, a quien el español Miguel Ríos calificó de rockero más que salsero por su exhibición de energía.Ríos se sintió conmovido por sus compañeros y optó por saltarse el discurso que había escrito en un dispositivo electrónico de esos que "tanto nos están ayudando a los músicos: ayudando y jodiendo", afirmó, arrancando el aplauso de los más de 200 asistentes.El rockero, de 69 años y el más tecnológico de los laureados, manifestó con gracia que hay "vivir mucho tiempo para que te den uno de estos premios" y explicó su razón para dejar la actuación: "el rock no es país para viejos".Ríos repasó sus inicios y dedicó el Grammy a sus seres queridos y a quienes en España "resisten el avatar" de un "gobierno que desprecia la cultura".De la generación del español es también el polifacético argentino Palito Ortega; un actor, político y músico que dejó éxitos como "La felicidad" y "Corazón contento", títulos que parafraseó hoy para expresar su alegría por el galardón antes de concluir que "valió la pena todo el camino recorrido y toda la lucha".El colombiano Carlos Vives se vació en elogios para presentar el premio a su compatriota e intérprete Totó La Momposina, de 72 años, que proclamó su independencia como artista, contó que tuvo incluso que vender su casa para hacer música y reivindicó las raíces culturales indígenas."Esto es un reconocimiento al trabajo de una cantante contra viento y marea", declaró.El alma del mítico grupo cubano Los Van Van, Juan Formell, se acordó de todos sus compatriotas "donde quiera que estén" al recibir la ovación del público, mientras que el guitarrista y productor brasileño Roberto Menescal se llevó el Grammy por un legado de éxitos como "O Barquinho" y "Você".El director musical mexicano Pedro Ramírez Velázquez, cuya mano está detrás de los temas de Vicente y Alejandro Fernández, no quiso perderse el acto a pesar de su merma física. Recogió uno de los premios del Consejo Directivo, que se concedieron junto con los otros siete de "excelencia musical", y que en este caso galardona a quienes han hecho "importantes contribuciones en el campo de la grabación" pero no interpretativas. El televisivo presentador chileno Mario Kreutzberger, más conocido como "Don Francisco", obtuvo igualmente ese honor por parte de la Academia Latina de la Grabación, que por décimo año entregó estos premios especiales. La gala tuvo lugar en la víspera de la 14 edición de los Grammy Latinos, que se emitirán en directo para la costa este de Estados Unidos y Puerto Rico a partir de las 20.00 horas, las 19.00 en la zona centro del país.