Lobo Antunes: Mi obra se basa en materiales pobres

GUADALAJARA JALISCO.- El escritor portugués António Lobo Antunes afirmó hoy en La Feria Internacional del Libro que su obra se nutre de "materiales pobres", los que más le atraen al hacer literatura, la gran pasión de su vida.

"Las clases altas no me interesan nada (...), he crecido en un barrio pobre y vivo en un barrio pobre", dijo en entrevista con Efe este narrador nacido en Lisboa en 1942 y considerado uno de los más preciosos cronistas de las letras iberoamericanas.

Ganador del Premio Literatura en Lenguas Romances de esta XXII Feria Internacional del Libro de Guadalajara ( FIL) el autor de "Manual de inquisidores" (1996), quien fuera médico y sirvió como tal en la guerra contra Angola, recordó el sábado en su discurso de aceptación del premio de la FIL a "los sin voz", a quienes sitúa en el centro de su trabajo.

"Yo no diría que hay más vida en esa gente (pobre), pero hay una manera de vivirla más natural, más espontánea, más sencilla, con menos máscaras", afirmó hoy.

"Son mucho más frontales, tienen al mismo tiempo una inocencia y una sabiduría primordiales que nosotros hemos perdido, que yo he perdido, pero que tienes que recuperar para escribir", evocó.

Reposado, amable y muy educado, Lobo Antunes responde siempre fijando sus ojos claros en el interlocutor, como si le costara expresar lo que lleva dentro y quisiera, en su lugar, volcarlo con la mirada.

"Cuando me llamaron por teléfono, hace meses, para decirme que me habían dado el premio, pregunté: '¿Cuánto dinero?', y después comprendí que es mucho más que el dinero. Ha sido un honor muy grande", dijo el escritor sobre el galardón recibido.

El jurado decidió por unanimidad concederle el premio por la "profunda reflexión sobre la experiencia interna de los seres humanos" que hay en su obra, integrada por títulos como "Memoria de elefante" (1979), "La muerte de Carlos Gardel" (1994) y "Mi nombre es legión" (2007).

Lobo Antunes alabó la calidez de los mexicanos y de esta edición de la FIL, la segunda en la que participa.

"Aquí me siento en casa, hay una compresión no verbal del otro", reveló sobre México, país al que definió como "un pueblo de príncipes" por su buena educación "en el sentido más noble del término".

Antunes divagó sobre su forma de trabajar: "Cuando estoy escribiendo me siento muy culpable, no sé de qué. Es como una infidelidad a algo que te han prestado para comunicárselo a otros".

"No tengo la angustia de la página en blanco, nunca la he sentido. Para mí el problema es... (reflexiona unos segundos) cómo jerarquizar los sentimientos, cómo estructurar el alma, cómo hacer un retrato natural", sentenció.

"Tienes que bajar hasta adentro de ti mismo, donde están los otros. Ese es el secreto del arte. Los sentimientos son siempre los mismos, lo que cambia es la manera de expresarlos, y tienes que encontrar tu cómo", matizó.

Lobo Antunes se declaró consciente de que, en sus inicios en la escritura, "era muy malo en lo que hacía".

"Pero al mismo tiempo estaba seguro de que si trabajaba mucho haría cosas buenas. Ha sido una lucha, tienes que tener una fe casi psicótica en ti mismo", dijo el narrador.

A la hora de definir sus novelas, el escritor, alejado de los abstractos y la profundidad, que para él "no existe", relata que de niño lo más importante de los libros de historia que estudiaba eran los dibujos de navegantes y conquistadores a los que pintar bigotes.

"Mis libros son también pintar en bigotes en las supuestas grandes figuras", concluyó, con una sonrisa que busca transmitir con precisión su frase.