Llevan al Auditorio Nacional celebración por los 100 años de Cri-Crí

CIUDAD DE MÉXICO.- El "Grillito cantor" también es bailarín. Acompañó en el Auditorio Nacional a los integrantes de la Compañía Nacional de Danza ( CND), quienes hoy le rindieron un homenaje al creador de sueños infantiles: Francisco Gabilondo Soler, mejor conocido como Cri-Crí.

La CND ofrecerá dos funciones por día el 16 y 17 de agosto del espectáculo que estrenó en el Palacio de Bellas Artes en octubre de 2007, como homenaje por el centenario del nacimiento de Gabilondo Soler (1907-1990). En esta ocasión, la dirección musical está a cargo de Eugenio Toussaint.

Con este espectáculo, la CND también celebra 45 años de existencia y lo hace con el objetivo de recuperar los aportes de quienes antecedieron su trabajo y el compromiso de acoger el futuro con la misma pasión y entusiasmo que han tendido bailarines, coreógrafos, maestros y trabajadores ocultos tras bambalinas, consideró el director de la Compañía, Dariusz Blajer.

"Cri-Crí" es un espectáculo lleno de imágenes y colores muy atractivos para niños y adultos. El énfasis está puesto en las coreografías al respetar casi al 100 por ciento la música original de Gabilondo Soler.

Así, los pequeños se mostraron entusiasmados al ver danzar a la hormiga que corría presurosa para alejarse del chorrito que quería despintarle sus chapitas; o a la muñeca fea, quien bailaba acompañada de sus amigos la escoba, el recogedor, la araña y el viejo veliz.

La escenografía, a cargo de Alain Kerriou, dejó sorprendidos a varios pequeños que más de una ocasión exclamaron ante la sorpresa de ver a un camello gigante en el escenario, o a las malvadas brujas volando de uno a otro extremo, montadas en sus escobas hechizadas.

Los coros, que a pesar de que estuvieron en el escenario siempre fueron muy discretos para permitir el lucimiento de los bailarines, estuvieron a cargo del ensamble vocal Fuenteclara, que dirige Ethel González.

Tras una hora de canciones como "El ratón vaquero", "Negrito Sandía", "Cucurumbé", "Gato carpintero", "Di ¨por qué?" y "La marcha de las canicas", entre otras melodías, los pequeños recibieron una lluvia de globos que cayeron desde lo más alto del Auditorio Nacional y pusieron fin al mágico espectáculo infantil.