Lila Downs, una mujer renovada

GUADALAJARA, JALISCO.- Por su sangre corren dos tradiciones, una fusión de sentimientos que produce una efervescencia sonora muy especial. Es Lila Downs, quien llega a Guadalajara estrenando su material más reciente, Ojo de culebra, y de paso, a estrechar su lazo con el público tapatío, uno que considera como especial dentro de su carrera.

La cantante, de madre oaxaqueña y padre estadounidense tiene una de las agendas más saturadas en el panorama actual de la música. A los conciertos por la República Mexicana se suman los ofrecidos en Estados Unidos. Son raros los momentos de libertad para la cantante, quien sin embargo, siempre tiene una sonrisa a flor de labios que ofrecer a sus interlocutores.

Es en ese tono es que Lila acepta charlar unos momentos sobre su material, las colaboraciones en el mismo de intérpretes como Rúben Albarrán, Enrique Bunbury y Mercedes Sosa, así como su nuevo sentir ante la vida.  
“Estoy muy contenta por haber podido colaborar con personas a las que uno respeta bastante en este camino de la música y haber aprendido de ellos en esta producción, en la que trato de hablar de los aprendizajes que deja a cada paso la vida a través de las letras que compongo”, comenta Lila en su visita a la ciudad.

Así juntó a una serie de colegas de distintas partes del mundo Downs ofrece varios temas en los que logra un equilibrio entre ambos intérpretes “estas colaboraciones se dieron solas de alguna manera a Rubén (Café Tacvba) lo conozco desde hace 10 años, Mercedes vino hace unos años a México y yo estaba tan emocionada al verla que no pude decirle nada pero tuve contacto con una amiga que trabaja con su asistente y me conectó con ella por teléfono y le canté el tema (Tierra de luz) y basada en la experiencia de trabajar con músicos de Chile y Argentina conozco un poco la historia del exilio que han vivido y me sonó bastante similar a lo que se vive en el Sur de México y a ella le pareció y acepto”.

Ciudadana del mundo
Además del trabajo en equipo, Lila expresó sentirse satisfecha por la libertad creativa con la contó en este disco en el que con su particular estilo fusionó sonidos tradicionales con elementos modernos, además de incluir por primera vez casi el mismo número de temas en inglés, que en español. “Esta vez dijimos vamos apostarle a hacer algo más arriesgado y crítico sobre la situación del país, además de meterle más canciones en inglés, enfocadas al público norteamericano que es pensante y consciente sobre los temas de la migración y del ser humano, para aquellos que no cambian y a la mera hora  y no son tan agradecidos cuando los paisanos se ponen a recoger la fresas o limpiar sus pisos”.
Al formar parte de un festival dedicado a la música del mundo, Lila expresa que es una clasificación que no le incomoda y que varía según el país ya que “aquí en México estamos clasificados según la venta de discos y brincamos de la sección regional a la latina (risas) y en otros países cabemos dentro de la latina o música del mundo, aunque creo que medir por ventas es algo muy frío pero, me gusta más la clasificación de llamarme ser humano del mundo porque no soy de Marte, ni de Venus, sino de la Tierra”.

Tradiciones mexicanas
Además de su indumentaria en la que porta con orgullo y le da un nuevo giro a prendas tradicionales oaxaqueñas, Lila Downs le dedica este disco a las curanderas, parteras y mujeres sabias de dicho estado y del país en general, resaltando a una en especial que según comenta “le dio un nuevo aire”.
“Siempre he tenido curiosidad sobre la naturaleza mexicana, la sabiduría que encierra la herbolaría que es algo que subsiste y está muy vivo en el país, así que en este disco le rindo un tributo a las mujeres sabias del país, ya que en lo personal tuve un problema físico y no encontraba que era y llegue a los manos de una mujer oaxaqueña muy fuerte de 70 años que es Doña Queta y con unos tés que me dio durante 6 meses sane y recibí un nuevo aire, una nueva visión”.
Como consecuencia de este rescate de la tradición mexicana, la cantante expresa que en sus letras, conciertos y en general se preocupa por hacer las cosas de manera tradicional aunque no deja de lado la introducción de elementos modernos “porque creo que el mostrarlos de esa manera logra que estos sobrevivan”.

De las letras a la tablas
Además de recorrer el mundo promoviendo su Ojo de culebra la cantautora medita la posibilidad de componer la música para la obra Como agua para chocolate. Esta propuesta fue emitida a Downs por un productor de Broadway interesado en llevar a escena la historia de Laura Esquivel. “Me encantaría trabajar en ese musical, sería un honor, pero tengo que pensarlo porque tendría que dedicarle por lo menos dos años de trabajo”, concluyó la intérprete.

Lila Downs/ Hoy /21:00 horas/ Teatro Diana/ Boletos desde 300 hasta 550 pesos