Leonel García regresa bien acompañado

GUADALAJARA, JALISCO (10/MAY/2013).- Dicen que una forma justa de conocer el legado de un hombre, no es por las riquezas que posee, sino por los amigos que tiene. A sus casi 40 años, Leonel García puede que no sea un tipo millonario, pero sí puede presumir que es rico de la otra forma: En las amistades que ha cosechado. Y es que es con la música que compone, y no con el dinero, con lo que ya se ganó un espacio en el mapa de la eternidad artística.
 
Puede que el nombre de Leonel García a muchos no les diga nada. Habrá quien lo siga ubicando como "el ex Sin Bandera". Pero sus canciones son el mejor testimonio de que es uno de esos alquimistas de la palabra. Un hombre que frente a una hoja en blanco no se intimida, sino que se anima a crear, a viajar, a compartir. Para él, todos los días son un nuevo comienzo.
 
"El artista se la vive entre aviones, la tierra y los sueños", afirma Leonel, nada más al comenzar la charla con EL INFORMADOR. Estuvo este viernes en Guadalajara para hablar de Todas mías, un disco donde recopila esas canciones que compuso, y que se hicieron famosas en gargantas de otros artistas. Ahora es él quien las interpreta, y lo hace acompañado de "grandes mujeres".

Canciones como Confieso, Perdono y olvido y Te voy a perder fueron conocidas primero en las voces de OV7, Pepe Aguilar y Alejandro Fernández. Ahora son interpretadas por "su padre", explica aguantando la carcajada, acompañado por Natalia Lafourcade, Ana Torroja y Thalía, entre otras damas. "No voy a mentir y decir 'huy sí, todas son mis amigas del alma' (risas), porque eso no es cierto. Con algunas el trato ha sido breve. Pero con todas ellas, eso sí, al momento de grabar el disco, me llevé súper bien. Fue un privilegio compartir con cada una de ellas esta experiencia profesional".
 
"Por ejemplo -explica - con Ana Torroja solo había hablado dos veces en la vida. ¡Dos!, pero cuando entramos a grabar, fue mágico, tiene una calidez y un talento impresionante. Yo quedé muy satisfecho, y sobre todo, agradecido con el resultado".

El contrapeso perfecto

Excelente conversador, con el semblante serio y la corbata ajustada. Así es Leonel cuando habla de Todas mías. “Soy bendito entre las mujeres. El disco presenta un balance de mi carrera, uno que me dejó muy contento”.

Pero para que fuera un balance “perfecto”, García se tuvo que buscar un oído externo, alguien que funcionara como el contrapeso a sus propias ideas sonoras. Y allí entra la figura de Aureo Baqueiro.

Baqueiro es una leyenda en el mundo discográfico mexicano. Una especie de “Rey Midas” del pop-rock en nuestro país, que sabe, como pocos, cómo exprimirle hasta la última gota de talento a un disco o a un artista. Muchos se pelean por trabajar con él. “Me sirvió como contrapeso, para sugerir, para conversar y hasta para pelear, en el mejor de los sentidos”, afirma Leonel, mientras se acomoda los lentes.

“Aunque son canciones mías, pasé tanto tiempo lejos de algunas, que al momento de abordarlas a veces se parecía demasiado a la versión que le habían dado sus intérpretes”, explica el cantautor. “Por ejemplo, cuando estábamos grabando Me dediqué a perderte, Aureo le metió unas guitarras como de mariachi. Yo le dije ‘pérate, las estás haciendo igual que Alejandro Fernández’ (risas). Cuando escribí ese tema, no me pasó ni por aquí (se apunta a la cabeza), que esa canción pudiera ser ranchera. Tampoco escribo pensando en una voz en particular”.

Quizá por eso es una sorpresa encontrar piezas que fueron populares en su momento, en versiones completamente distintas, como Sirena, Que lloro y Me dediqué a perderte, acompañadas ahora por las voces de Lila Downs, Carla Morrison y Thalía. Y, claro, la de Leonel. “Fue descubrirme de nuevo, y descubrir esas canciones”, apostilla el intérprete.

La lucha contra el lugar común

Aunque es un disco con canciones conocidas en versiones nuevas, Leonel no se sienta en lo que ya hizo. Está en paz con lo que ha hecho con su carrera, pero lo suyo no es regodearse en sus logros. “Quiero seguir creando música nueva, quiero que la gente se abra a nuevos sonidos”, afirma. La placa de hecho incluye el tema inédito Una vida.

Pero “inédito” es una palabra en vías de extinción en un mercado que exige resultados inmediatos y no permite tropiezos. Lo nuevo tiene un lugar acotado en los estantes de las tiendas de discos. No es una lucha fácil. “La industria (discográfica) ahorita está obsesionada con la nostalgia. No salimos de los mismos autores, y las mismas canciones”, explica Leonel, mientras ajusta los lentes a su rostro.

Aunque en un principio duda, el cantante pone un ejemplo que considera ilustra el problema. “Tenemos que se lanza un disco en homenaje a José José, y se vende bien. Luego se lanza otro. Y otro. Y otro. Y todos venden, porque la gente recuerda a José José, no por quien las está cantando hoy”.

Para el músico, el público “se queda escuchando muchas veces la música de su juventud. Y no adquiere a veces nuevos gustos. Muchos nos quedamos con eso de los que nos hicimos fanáticos entre los 15 y 20 años, y descartamos lo demás”.

¿Tirar la toalla? ¿Qué sean los covers los que determinen el mercado y el gusto del público? Leonel García no se deja. “Voy a seguir escribiendo música, porque es lo que sé, lo que me gusta. Hay una palabra que me gusta mucho, que me define desde hace tiempo: intentar. Y yo voy a seguir intentando siempre”.

FRASE

''Los jóvenes son los que más empujan por escuchar cosas nuevas. Los adultos de más de 30 somos más de aferrarnos al pasado''.

Leonel García, cantautor.

DISCOGRAFÍA

Su camino en solitario

> León Polar (2008)

> Tú (2010)

> Leonel García y sus amigos en Navidad (2012)

>  Todas mías (2013)
 
Navega: www.leonelgarcia.com
 
EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ