Laura Pausini arropa a los tapatíos

TLAJOMULCO DE ZÚÑIGA, JALISCO (14/FEB/2012).- No solo presumió voz, sino un espectáculo estéticamente bien cuidado y digno de una artista europea que da cuenta de su madurez artística. Laura Pausini saludó por primera vez a sus fans tapatíos en la Arena VFG.

Y a pesar de que la italiana de 37 años podría conquistar a todo un auditorio sólo con un recital acústico, para su Inédito World Tour 2012 quiso romper esquemas y desplegar un espectáculo apoyado en recursos visuales y sonoros que van desde el dance hasta una melancólica guitarra acústica.

Además, adornó el escenario con una elegante pantalla a sus espaldas dividida en tres, vistosos bailarines, roqueros guitarristas y hasta un vibrante DJ que contrastó la noche con las baladas de Pausini.

"¡Ay, qué público! Mi gente, estoy muy contenta, ¿hay algún italiano aquí? Qué bueno, así puedo cantar toda la noche en español. Es la primera vez que canto en Guadalajara y siempre que me preguntan en México donde quiero cantar digo Guadalajara. Me han dicho que aquí tienen unos ojitos muy especiales, además quiero escuchar la voz de los... guadalajareños, ¡ah!, de los famosos tapatíos, ¡disculpa!", dijo ayudada por su auricular.

Y no se quedó con la duda de si los "guadalajareños" tienen esos ojos especiales, pues apareció en uno de los pasillos de la zona inferior de la arena mientras interpretaba "A simple vista", el remolino de seguidores no se hizo esperar y aprovecharon para tocarla y tomarle fotografías de cerca. Cuando regresó al escenario dijo haber constatado esa cualidad de la que había escuchado.

Sonriente y ligera en el escenario, Laura pasó lista de sus emblemáticos temas, desde aquellos que le dieron fama internacional como "Volveré junto a ti", hasta los que le trajeron a la ciudad.

"Bastaba" e "Inédito", de su nuevo álbum, sin olvidar "Víveme", "Entre tú y mil mares", la imprescindible "Se fue", entre otros.

El público, principalmente adulto, no se cansó de corear los éxitos y menos de ovacionar a la artista cuando ésta hacía gala de su portentosa voz, que supo lucir más que sus herramientas audiovisuales.

Cuando los tapatíos habían saltado, vibrado y recordado tras dos horas exactas y una producción equilibrada de primer nivel, la italiana se marchó gloriosa.