La decoración lo dice todo: una carroza de fantasía ante las rejas de un palacio, la luna brillando en un cielo estrellado y las agujas de un gran reloj que comienzan a girar a gran velocidad.Dolce & Gabbana nos sumerge en un cuento de hadas en el que todo brilla.Los candelabros que iluminan la sala de baile se reflejan sobre lencería de strass y vestidos tornasolados.Algunos recubiertos de fragmentos de espejos dorados. Una capa en oro totalmente cubierta de minúsculos hilos de lurex, acompañada de tonos rosa o azul.Todo eso para el lado principesco. Del lado Cenicienta, la ropa es más simple, sobre todo en franela de lana negra.Delgadas líneas blancas dibujan bordes y la estructura de la ropa al estilo de esas líneas en tiza o los hilos del hilvanado en los moldes.Por supuesto también hay un príncipe azul, vestido como un húsar con alamares dorados y pantalones con galones rojos.Se entremezclan motivos bordados e impresos que traen recuerdos del mundo encantado de las fábulas, tales como ratones, gatos, pájaros, velas y llaves doradas.La mayoría de los conjuntos aparecen asociados a un cuello en encaje y perlas, en tanto que una cinta con piedras preciosas, anudada sobre la cabeza, hace las veces de diadema.También la colección de Marni recurre a nudos y cintas, en la que Consuelo Castiglioni propone 'princesas' más contemporáneas.En efecto, en este caso grandes mangas dan volumen a la parte inferior de los brazos y no a los hombros, y en todos los casos pueden dejarse de lado, ya que solo están sujetas por grandes botones redondos o por cintas.Un 'divertimento' geométricoLa colección es como siempre gráfica y depurada, con capas y túnicas largas por detrás y dejando ver la cintura por delante.La misma idea para faldas y vestidos, que dejan las piernas a la vista.Pero algunos detalles un tanto barrocos rompen este estilo linear, como es el caso de los motivos Arlequín o los discos en plástico transparente coloreado que adornan como escamas un conjunto en algodón blanco.Grandes botones destacan en los diseños de Salvatore Ferragamo, quien se divierte mezclando geometrías (rayas, cuadros, zigzags) y toda la gama del arco iris.En su caso predominan los pliegues que alternan bloques de colores o formados con franjas de tela con bordes dentados, todas de distintos colores.El mismo principio de 'pétalos' aparece en los abrigos, en los que las largas bandas negras aparecen unidas por cierres dorados, que al irse abriendo permiten ir desvelando partes del cuerpo.El círculo es también el principal motivo de la colección de la joven marca MSGM, obra de Massimo Giorgetti, quien emplea lunares de todos los tamaños y materiales.Enormes lunares rojos aparecen sobre una capa blanca o una manta de piel. Más pequeños, adornan una falda en tul blanco.El lunes será el turno de Dsquared2, Giorgio Armani, Vivetta y Arthur Arbesser.