Enumerar sus facetas requiere tener buen aliento. Aprendiz de todo lo sublime y generador de instantes únicos, Jodorowsky es cineasta, poeta, actor, escritor, psicomago, mimo, teatrero, tuitero, tarotista y conferencista, entre otras cosas. Y con un poco de todas esas caras se plantó ante más de dos mil espectadores en el Teatro Morelos, donde hilvanó un discurso variopinto, que iba de lo personal a lo crítico, de la filosofía a la sátira, de las confesiones al misterio. Todo conectado por el cine, el gran tema que lo llevo a asistir al FICM, aunque el chileno se sinceró: "Si les tengo que dar un consejo, no vayan a la escuela de cine, o se van a convertir en esclavos del estilo americano" No hubo moderador. Jodorowsky se paseó por el escenario, libre. Resumió su vida y sus ideas. Ligero, bromista y sarcástico. Cuando comienzan sus reflexiones, los caminos que transitan su mente, sus ideas y su discurso, son insondables. Sobre el cine, confesó que le horroriza la normalidad. "En mis películas todos mis personajes son anormales (...) cuando comencé a hacer películas, me plantee hacer imágenes que las personas las vean una vez, y nos las olviden nunca. Por lo menos un impacto emocional, algo que quede". El escritor explicó que lo que busca con su labor fílmica "es hacer un cine donde lleguen, reciban un impacto emocional, y salgas con algo", aseguró el chileno, quien llegó a los 23 años a México. Pronto, se sintió cómodo en el tema. Confesó que "para hacer cine hay que saber lo que es un ser humano. Si no se sabe lo que es, no se puede hacer cine, pero no en la forma actual, con el humano industrial, asesino, antihéroe". El realizador se lamentó por el hecho de que en el cine "todas las películas hablan hoy del dinero. El que van a robar, estafar, el que les falta. Parece que lo único sublime que hay en el ser humano es el dólar. ¿Es eso el arte?". Sonriente, vestido con traje negro y camisa morada, Jodorowsky apuntó que "Hay que entender que todo el mundo tiene un tesoro en el interior". Cada frase, expresión o movimiento, era celebrada con un aplauso. El maestro de la psicomagia afirmó que "la danza de la realidad no se parece a nada que haya hecho. Y lo digo sin ningún ego. Bueno, estoy mintiendo. Con un poco de ego". Falla la organizaciónAunque es uno de los festivales con mejor organización en sus eventos, funciones y alfombras rojas, el Festival Internacional de Morelia enfrentó ayer problemas en durante la Clase Magistral que ofreció Alejandro Jodorowsky. Con frío y lluvia, la gente se quedó en la entrada del Teatro Morelos, y los gritos se escuchaban incluso al interior del espacio. Los que estaban afuera no se quedaron con las ganas y dieron "portazo" para entrar al recinto, lo que implicó que decenas de espectadores tuvieran que presentar la conferencia del chileno residente en Francia a pie. EL INFORMADOR / Juan Francisco González Rodríguez