Jueves, 21 de Noviembre 2024
Entretenimiento | El lado pasional de la leyenda

Las mujeres de Cantinflas

La capacidad de provocar carcajadas que tenía el comediante se comparaba con el magnetismo que despertaba en las damas de su época

Por: EL INFORMADOR

Doble faceta. Ana Layevska da vida a Miroslava en la película biográfica de Cantinflas. EL INFORMADOR E. Pacheco  /

Doble faceta. Ana Layevska da vida a Miroslava en la película biográfica de Cantinflas. EL INFORMADOR E. Pacheco /

GUADALAJARA, JALISCO (15/SEP/2014).- Las estrellas sufren y gozan como cualquier ser humano sobre esta Tierra y no están exentos de nada. Mario Moreno “Cantinflas”, fue uno de los máximos comediantes que dio México al mundo, tuvo todos los éxitos cinematográficos habidos y por haber; incluso fuera del país con la cinta hollywoodense La vuelta al mundo en 80 días que lo llevó a ganar el Globo de Oro como Mejor actor de comedia, pero en su vida personal no todo era miel sobre hojuelas.

Un actor con la fama de Cantinflas era susceptible de convivir con muchas mujeres bellas y asimismo que éstas pudieran interesarse en un hombre como él.

Y aunque Mario amó con todo su ser a su esposa Valentina, el actor siempre estuvo rodeado de compañeras sentimentales, algunas muy bellas como Miroslava e Irán Eory y otras menos agraciadas como Marion Roberts y Joyce Jett.

Caer en sus encantos le depararía tanto felicidad como tristeza.

Una diva a sus pies

Con el estreno la cinta biográfica Cantinflas del director Sebastián del Amo y que protagoniza el español Óscar Jaenada metido en la piel del llamado “Mimo de México”, se pueden observar varios aspectos de la vida personal de Mario Moreno, entre ellos su relación sentimental con la actriz Miroslava de origen checoslovaco, encarnada en esta película por la actriz de raíces rusas Ana Layevska, quien desde los 9 años vive en nuestro país.

Ana la explica que tras investigar sobre la fallecida diva, quedó prendada por las circunstancias de su vida.

“Miroslava Stern fue una diva en todos los sentidos, tuvo un romance con Mario Moreno, por eso aparece en esta película. Este personaje es una mujer con una vida muy desdichada que no tuvo nada de suerte en el amor, era de estas mujeres que amanecían bebiendo champagne y llevaban pieles de mink, todo lo que implicaba ser una diva, Miroslava lo representaba muy bien, era una especie de Marilyn Monroe”.

Miroslava y Cantinflas se conocieron en 1947 en la cinta ¡A volar joven! y desde entonces el clic fue tan fuerte que la actriz lo acompañaba a sus eventos sociales como cuando Mario abogaba por los derechos del actor y que incluso él ayudó a formar la Asociación Nacional de Actores (ANDA). “Para mí (el rumor de la relación amorosa entre Miroslava y Cantinflas) fue cierto. Tenían una relación destructiva. Él vio su hogar lastimado y ella una relación inconclusa”.

Y es que el corazón del comediante solamente tuvo una duela: Valentina Ivanova.

Romances pasajeros

Años después de la muerte de Valentina Ivanova, Mario Moreno se relacionó con la actriz europea Irán Eory, joven que revolucionó la década de los años sesenta con sus prominentes curvas, pero parece que el romance duró muy poco porque ella y Mario Arturo, hijo de Cantinflas, no se llevaban bien, lo que ocasionó el distanciamiento entre ambos. Finalmente Irán prosiguió con su carrera actoral y Mario Moreno también hizo lo propio.

La última mujer que se le conoció a Mario Moreno surgió en un momento al que se le podría catalogar como bizarro. Y es que una señora texana llamada Joyce Jett, quien trabajaba para él en la Unión Americana parece ser que se aprovechó de una ley que proclamaba como legitimo matrimonio a cualquier pareja que se mostrara en público y ante tal hecho, el histrión tuvo que darle una indemnización a esta mujer, este renglón en su vida, Mario lo calificó como una traición que le hizo su colaboradora.

El amor de su vida

Mario Moreno sólo estuvo casado una vez, con el gran amor de su vida: Valentina Ivanova a quien conoció en la década de los años 30 en la Ciudad de México cuando trabajaban juntos en una carpa circense. El acercamiento se dio cuando los presentó Estanislao Shilinsky, actor que vio potencial en Mario para trabajar como comediante. Contrajeron matrimonio en 1934.

“Valita”, como él la llamaba cariñosamente, se convirtió en el eje de Mario Moreno, él trabajaba para ella, pero la felicidad se veía incompleta porque no pudieron tener hijos propios, hasta que Cantinflas decidió adoptar a un pequeño en 1960 y a quien le puso el nombre de Mario Arturo. Se dice que le compró el pequeño a la estadounidense Marion Roberts a cambio de 10 mil dólares, pero luego en la prensa de esos años se armó un escándalo porque al parecer la mujer se arrepintió de entregar a su hijo, pero ya no había nada que hacer y ante tal hecho, ella decidió quitarse la vida en un hotel de la Ciudad de México. “Valita” moriría en 1966 de cáncer.

Ya no hay divas

Ana Layevska vive en un mundo globalizado donde la tecnología marca pauta en los hechos del día. Entonces, esa idea de que aún hay divas en la industria del cine o la televisión como a la que a ella le tocó encarnar en “Cantinflas”, para la actriz ha terminado, pues confiesa que la magia y el misticismo con la que el público buscaba a sus estrellas ya no existe y todo esto es a raíz de las redes sociales.

“Yo creo que la época ya ha destruido a las divas por tanta globalización que existe, para mí las divas ya no existen, hay gente muy famosa y muy reconocida, pero la gente las pueden seguir en Twitter o ver sus fotos en Instagram, ya no está ese misterio de antes”.

Sobre si a ella le hubiera gustado ser parte de esa época de glamour, explica que tal vez sí en el aspecto de que en ese tiempo había mayor curiosidad por saber de algo o de alguien y que hoy día cualquier información se obtiene a través del teléfono o el internet “y eso me da un poco de ansiedad”.

Ana reconoce que meterse en la piel de alguien que existió es un reto del que hay que salir bien librado y que en su caso a ella le gusta trabajar con personajes complejos aunque sean ficticios o se basen de alguien que si existió.

“Ahora estoy trabajando en un personaje para una serie de televisión que es uno de los más complejos que voy a hacer, todo depende mucho del carácter, definitivamente el reto de hacer alguien biográfico es meterte en camisa de once varas por las comparaciones que van a surgir”.

Sobre la serie a la que se refiere Ana, es un proyecto de Mundo Fox en el que participa también Valentino Lanús.

EL INFORMADOR / KIKE ESPARZA

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