La realidad sobrepasa por mucho a la ficción: Adrian Grünberg

CIUDAD DE MÉXICO (25/JUN/2012).- Adrian Grünberg trabajó como asistente en el megaproyecto de Apocalypto, famosísimo porque Mel Gibson abordaba una realidad que no le pertenecía e indignó a algunos ancestros.

Esas cosas, hoy, parecen no tener la menor importancia. Después de esa aventura maya y creativa, Gibson llamó a Grünberg para “compartirle” una idea. Y ésta era espeluznante y funcional. Un gringo —literal— metido en un penal, con dignos representantes de la actuación en este país. Nadie se equivocó. Ni Mel ni Adrián ni el jefe de casting.

La película Atrapen al gringo se estrenó este fin de semana con 350 copias en México. Es la opera prima de Grünberg y, en ella, Gibson se ubica en una tesitura exquisita. Sus escándalos son lo de menos. Está como si fuera hermoso, gracioso e infalible. Como le gusta a él y a su público.

Pruebas de mercadotecnia aparte, Atrapen al gringo ofrece también una digna pasarela de actorazos nacionales: Daniel Giménez Cacho, Jesús Ochoa, Dolores Heredia, Roberto Sosa, Tenoch Huerta, Gustavo Sánchez Parra y Gerardo Taracena quien, por cierto, trabajó con Gibson en Apocalypto. Esta vez interpreta a Rodolfo Palacios.

En el momento correcto

Después de guiones y peripecias, Grünberg señala en entrevista que “el trabajo con Gibson fue muy orgánico, la idea fue de él, nació en la casa de él, todo el proceso lo hicimos juntos. Este trabajo fue un lujo. Además para mí es un honor tener a casi toda la plana mayor del cine mexicano. Tuve el lujo de tener cameos como el de Regina Orozco”.

Atrapen al gringo aborda un tema de acción criminal con un fino sentido de humor negro: Un “gringo” cruza la frontera, huye de la Policía norteamericana y cae en una horrenda cárcel del Norte del país. La película es ágil, poderosa y divertida. Llena de rostros, rastros, vicios, algunas maromas y efectos.

“Espero que esta película” señaló el director “la vea la más gente posible. Uno en teoría hace un trabajo porque a uno le gusta y lo hace como a uno le gusta y lo que queda es esperar a que el público esté de acuerdo, que se ría y se entretenga durante la hora y media. Todo lo que se hizo nació con la intención de entretener al púbico, los que la ideamos somos gente que ve el mundo de una forma”.

Y esas formas particulares aparecen en sus contextos y contenidos, así como en su tono y en su ritmo “hay escenas que pueden ser de un western y van creciendo y pueden terminar en un solo de guitarra roquera. Hay cosas que las veo y me río. Sí creo que el apoyarse en la realidad es crear un mundo visualmente más interesante en general. La realidad sobrepasa por mucho a la ficción. Siempre. Y si nos vamos más allá... bueno yo pienso que el cine de ciencia ficción es el espejo del ser humano”.

Dolores Tapia

EL DATO

Historias paralelas

Atrapen al gringo fue filmada en el penal Ignacio Allende del puerto de Veracruz, en la ficción el lugar se hace llamar El Pueblito, “un sitio que es un personaje por sí mismo, no tuve que inventar nada, hay cosas inauditas”. Y en esta suerte de búsqueda “creo que todas las respuestas en el cine son válidas”, dice Grünberg “sea el género que sea, es importante que te transporte a una realidad alternativa tuya”.