La escuela sale de gira a jugar y bailar en distintos escenarios

CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.- Jugarán con balones de básquetbol o mostrarán pasos al estilo breakdance; irán a la playa o se pondrán uniforme de futbolistas y porristas… eso es lo que se verá en la gira nacional de “High School Musical”, versión mexicana, que se estrena el próximo fin de semana en el Distrito Federal.

Mariana, quien protagonizó la cinta homónima estrenada hace unos meses en salas nacionales, dice bromista: “¡Eso de ver a todos ya durante meses, pues…! Lo bueno es que somos 10 y cuando me aburro de uno, voy con otro!”
La gira es una producción entre Disney, creador del concepto musical y Televisión Azteca. Reúne a aquellos que participaron en el reality show para elegir a los protagonistas de lo que sería una película.

“Ha habido choques entre nosotros, pero de ideas. Hay coreografías que montamos nosotros mismos y eso está padre”, comenta Cristóbal.
Y tiene razón. Durante la canción “Pon tu mente en el juego” las chicas fueron las responsables de crear algo para decorar a los chavos que la cantaban.
“Hay bailes con balones y cosas así —detalla Stephie—, durante un ensayo pensábamos que podíamos hacer para que ellos no se vieran tan solitos”.

El show de High School Musical tendrá una duración aproximada de hora y media, tiempo suficiente para ver 14 coreografías.
Durante diciembre tocará las ciudades de Puebla, Guadalajara, Distrito Federal, Querétaro y Hermosillo.

Habla Fer, quien en la cinta interpreta a un joven perseverante y temerario: “Hay muchos elementos en todas las coreografías, como cosas playeras, la mesa de la escuela y cuadernos, toda la vistosidad aumenta”.

Y si el escenario será movimiento total, tras bambalinas el resultado puede ser igual o más complicado.
“Todos tenemos como diez cambios de vestuario —exclama Caro—, termina una canción y hay que ir a ponernos otra ropa, todo tiene que ser súper rápido”.
Pero si hay alguien que cree que con todo esto los integrantes han perdido piso, hay que escuchar a Mariana.

“Un día llegué a casa con una amiga, ve mi Disco de Oro (conseguido por el soundtrack) y me dice es tu disco… y yo sólo pensé: claro, ahí está, era consciente de que lo tenía, pero no había podido asimilarlo”.