''La ciudad de las tormentas'', acción vertiginosa

GUADALAJARA, JALISCO.- Un soldado debe cumplir con su deber a toda costa. Ésa es la regla inmutable bajo la que se mueve Roy Miller (Matt Damon), un oficial de la armada estadounidense encargado de buscar las supuestas armas de destrucción masiva que se encuentran en Iraq, país que vive sumido en una gran crisis política y social tras la caída del régimen de Sadam Hussein.

Sin embargo, Miller pronto se da cuenta que el ambiente en el país oriental está lleno de verdades a medias o mentiras completas fomentadas por Estados Unidos, y lo peor es que sin saberlo, él está atrapado en un juego de intereses donde las vidas humanas son simples monedas de cambio. En un país que le es ajeno, rodeado de enemigos y falsos amigos es como Miller trata de encontrar la verdad.

Esta es la premisa detrás de La ciudad de las tormentas, película dirigida por Paul Greengrass donde la potencia bélica de Estados Unidos y el control de la información por parte de grandes empresas son puestos en la balanza.

Greengrass y Damon se conocen bien, pues han colaborado en la franquicia de películas del agente secreto Jason Bourne. Acostumbrados a la acción y al juego de espías, el binomio director-actor eleva la apuesta en La ciudad de las tormentas, donde lanzan una fuerte crítica al sistema político e informativo estadounidense, aunque eso sí, Greengrass aclara que “ésta no es una película sobre la guerra de Iraq. Es una película de suspenso que utiliza el conflicto como telón de fondo y plantea situaciones muy distintas a las películas bélicas”.

Suspenso a prueba

El reto para Paul Greengrass era alto en esta producción: Desmarcarse de la fama que le habían dado las películas de Bourne y conquistar a los amantes del cine de suspenso. Si en el proceso creaba otro éxito comercial, pues qué mejor, como lo explica el propio director: “Un buen día Matt (Damon) y yo nos fijamos una meta creativa ambiciosa, hacer una película que reúna la acción, misterio y adrenalina de Bourne pero llevarlos a una situación límite en Bagdag momentos después de la caída del régimen de Sadam Hussein”.

Matt Damon no se lo pensó mucho para dar el sí. Con un prestigio bien ganado en el terreno de las películas de acción, el actor explica lo complejo que fue crear al oficial Roy Miller: “Es un soldado ejemplar que ya estuvo en la Guerra del Golfo en 1990 y regresa en 2003 (año en que está ubicada la película) al frente de un equipo especial con la misión de encontrar armas de destrucción masiva. Pero como buen sabueso, Miller ‘huele’ algo más detrás de su misión y se obsesiona por conocer toda la verdad detrás de la invasión. Incluso se plantea una tesis terrorífica: Quizá nunca hubo armas que buscar y él sólo es un ‘chivo expiatorio’”.

Para Greengrass, la facilidad de Matt para meterse en la piel de héroes de acción facilita mucho las cosas. “Es el tipo de papel donde siempre queremos verlo como espectador. Logra imprimirle a todos sus personajes un enorme dinamismo, además de que procura dotarlos de cierta humanidad e integridad, lo que les da mayor dimensión y no los deja convertidos en ‘héroes de papel’”.

Se lo toman en serio

''La ciudad de las tormentas'' no escatimó en recursos para darle veracidad a su historia. Grengrass contrató a expertos militares y veteranos de las guerras de Iraq y Afganistán para ser los asesores en la trama y dotar de realismo al guión y a los actores. Aunque las armas de destrucción masiva son la palanca que genera el conflicto, la historia toca otros problemas que se vivieron (y se viven) en el Iraq ocupado por las fuerzas estadounidenses, como la desconfianza civil, el desorden administrativo y la falta de insumos tan básicos para la vida humana como lo puede ser el agua.

La ciudad de las tormentas / Estreno: Viernes 23 de abril.