Lunes, 25 de Noviembre 2024
Entretenimiento | El director reflexiona sobre la realidad del cine mexicano

La adicción cinéfila de Fernando Sariñana

El director reflexiona sobre la realidad del cine mexicano y la huella que ha dejado con su trabajo en el Séptimo Arte

Por: EL INFORMADOR

Ya sea en cine o en televisión, contar historias es una de las grandes satisfacciones del realizador. EL UNIVERSAL  /

Ya sea en cine o en televisión, contar historias es una de las grandes satisfacciones del realizador. EL UNIVERSAL /

GUADALAJARA, JALISCO (19/SEP/2012).- Fernando Sariñana se acomoda en la silla para comenzar la entrevista, y mientras lo hace no pierde la sonrisa. El director de Amar te duele y Niñas mal es un personaje dentro y fuera del set de grabación. Sabe que es polémico, y lo disfruta. Sabe que su trabajo está bajo la lupa, y no le molesta. Sabe que cada proyecto que anuncia suma detractores y fanáticos en cantidades similares. Sabe que Fernando Sariñana es un nombre que desata discusiones en el cine mexicano, y eso lo tiene muy contento. Basta observar su sonrisa. Pasar desapercibido, callado o anónimo no es lo suyo.

El realizador visitó el pasado 6 de septiembre la Perla Tapatía para ofrecer una charla en el ITESO, como parte de un congreso de comunicaciones en esa casa de estudios. Originalmente el evento era una conferencia magistral, pero Sariñana lo convirtió en algo muy distinto. Tomó las riendas, y muy a su estilo, dirigió “su versión”. “El formato de conferencia no me gusta nada, ése donde nada más uno habla ‘tirando netas’, no, eso no. Me gusta más que los chavos te pregunten lo que quieren saber. No necesariamente lo que uno tiene que decir es interesante”.

El realizador proyecta su propia experiencia como estudiante en su respuesta. Fue un alumno de Administración de Empresas, carrera en la que jamás se sintió cómodo. A él le llamaban la atención las artes. Por eso huyó de un trabajo como cajero de banco. Probó en la música y no le gustó. Luego llegaron los guiones y se sintió más cómodo. De allí a ser asistente de director, luego director y finalmente director y productor al mismo tiempo. Cuando se dice que una película “es de Fernando Sariñana”, es en serio. Él concibe las historias, consigue el dinero y las dirige.

“A mí no me tocó, siendo alumno de cine, asistir a conferencias de este tipo en México”, reconoce. “En mi tiempo como estudiante las universidades no participaban en este tipo de dinámicas”.

—¿Y no le quedaron ganas de conocer a alguien del cine mexicano mientras fue alumno?

—Después los conocí, y me di cuenta que no me hubiera gustado. Los conozco a todos, y he tenido la suerte de convivir con ellos, ya en mi desempeño profesional. Creo que todas las universidades deberían de tener, como un área importantísima de su rollo académico, la convivencia y el acceso a la gente que hace las cosas, o en el quehacer de, ya sea de radio, cine, televisión.

Sí, la teoría es positiva, no digo que no, pero luego resulta que tienes maestros muy buenos en la universidad que en realidad no hicieron nada a nivel profesional.

—En la industria, ¿llamarse Fernando Sariñana hace que sea más fácil el levantar un proyecto cinematográfico?

—Por lo menos te escuchan más, pero es igual de complicado, porque no existe una industria. En Estados Unidos, la maquinaria cinematográfica está perfectamente formada, entonces allá hay quien se dedica a escribir un proyecto, otro a levantarlo y otro a hacerlo. Nadie tiene necesidad de meterse a otras cosas, ¿por qué? Porque hay una industria que los sostiene.

En México todo mundo hace de todo, y lo hace más difícil. Pensamos, “¿para qué necesito guiones si yo escribo?,  ¿para que necesito un productor si yo lo hago?” Nos hemos convertido en “todólogos”, que es algo terrible para la industria.

—La aplicación del artículo 226 (que estimula la inversión privada en el cine) ¿no ayudó a delinear una industria?

—Pasó un fenómeno muy curioso gracias al artículo. Comenzaron a surgir de unos años para acá un montón de casas productoras. ¡Hasta por debajo de las piedras! Y entonces cualquiera tuvo acceso a ese apoyo. Es injusto, porque no se reconoce la trayectoria de la gente. Daba exactamente igual que fuera la primera película que la número 20.

Existe un dicho en el cine que afirma que la película más difícil de levantar es la segunda. Pero en México es igual de difícil hacer la primera, la segunda, la tercera o la que sea.

—A usted le ha ido muy bien haciendo cine juvenil. ¿No se le acercan los productores pidiéndole una nueva “Niñas mal” o una nueva “Amar te duele”?

—Cada película es distinta. Es el reto de cómo hacerla, cómo filmarla. Ahorita estoy trabajando (como productor) en una película dirigida por Carlos Bolado que se llama Tlatelolco, que es sobre el movimiento del 68 en México y la historia es básicamente Amar te duele, es decir es la historia de Romeo y Julieta, ¿cuántas veces la hemos visto en pantalla? Y siempre que se cuente de manera pertinente va a funcionar.

—¿Cuándo regresa a la pantalla grande?


—Ya estoy trabajando en otra película que se va a rodar en Arizona que se va a llamar Loco Love y es Amar te duele, pero con un contexto absolutamente distinto, con la relación amorosa entre la hija de un inmigrante y un gringo, donde los papeles están invertidos a lo que muchos pensarían, porque la que tiene dinero es la latina.

—En los últimos años se acercó mucho a la televisión. Fue director de Canal Once y ahora está trabajando en una novela de TV Azteca, ¿se rompió el tabú de que si se hace cine no se puede hacer televisión?

—Antes sí era imposible. Decir hace unos años “voy a hacer cine y al rato hago televisión” era algo inaudito. Ahora es mucho más fácil, porque los discursos son cada vez más similares. La manera en que se cuentan las historias en televisión es cada vez más similar al cine en términos de la narrativa. Yo no le veo bronca. Creo que se complementan.

—Le han tocado dos momentos muy distintos del cine mexicano: la crisis de los años noventa y el renacimiento en el nuevo siglo. Si hicieran una película de la vida de Fernando Sariñana, ¿cómo se llamaría?

—Amar te duele (risas). La pasión por el cine es durísima. La verdad es que no es fácil. Sí, me han tocado tiempos muy turbulentos.

Antes, porque no había dinero. Ahora porque hay mucha gente que quiere hacer cine y tampoco hay dinero, o por la censura. Siempre es un reto.

El cine es tan poderoso que la tentación de controlarlo es constante.

—¿Crea adicción hacer cine?

—Sin duda. Lo peor que puede pasar es estar una vez en un set, porque ya no te vas a poder salir. Cuando pisas por primera vez un set de cine vives esa pasión, esa intensidad, ya no te quieres ir. No hay nada más intenso que hacer cine. Quizás sólo el amor.

El dato
Filmografía selecta


Hasta morir (1994)

Todo el poder (2000)

Amar te duele (2002)

Niñas mal (2007)

Enemigos Íntimos (2008)

FRASE

"
La fórmula de amor imposible sigue funcionando muy bien "

Fernando Sariñana,
director y productor

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