La Quinta Estación viene con todo

GUADALAJARA, JALISCO.- La base de una banda es el trabajo en equipo. Cuando éste se fractura, las grietas comienzan a hacer mella en el talento y sin importar qué tan buenas sean las voces o los acordes, sin armonía, no hay forma de sacar un trabajo que se supone es en equipo. Pero curiosamente La Quinta Estación encontró este equilibrio cuando pasó de trío a dueto.

Natalia Jiménez (voz) y Ángel Reyero (bajo) no se quedaron con los brazos cruzados cuando Pablo Domínguez (guitarrista) anunció su salida. En lugar de eso, usaron esas emociones encontradas para darle forma a Sin frenos, material que los ha catapultado al firmamento musical. Sí, se hicieron menos, pero ahora hacen las cosas mejor.

La voz de Natalia al otro lado del teléfono lo confirma: “Estamos felices, haciendo todo super bien y muy contentos. El disco es una celebración continua a la música”. De su parte no se escuchan quejas a las situaciones difíciles que pasó la banda en su reciente “reacomodo interno”, y en vez de eso se enfoca a lo que viene: Una parada obligatoria en el Auditorio Telmex.

En entrevista con EL INFORMADOR, la vocalista de La Quinta Estación hace una radiografía exacta del momento que vive la banda, explica cómo se concentra para no ponerse nerviosa en los conciertos y revela un capítulo complicado en su anterior visita a México.

Nueva actitud

Los músicos suelen alabar sus trabajos por su equilibrio sonoro o variedad de temas, pero Natalia antepone una cualidad sobre las demás: Sin frenos pone de buen humor. “Al menos nosotros estamos muy alegres ahora. Sin frenos es muy variado, lo puedes poner a cualquier hora y lo que me gusta es que es muy positivo, te quedas con una sensación de bienestar, lo escuchas y dices ‘oye, pero qué bueno está el disco (risas)’”.
Además de variado, las canciones que se desprenden del disco como sencillos (Que te quería y Recuérdame) han tenido como sello la intensidad vocal de Natalia y una gran espectacularidad en la ejecución de los videos. “Son canciones muy potentes, y los videos también, aunque han sido por coincidencia, pues el tema pide algo dramático, fuerte e intenso”.

La intensidad de la que habla la vocalista se refleja en su gira, con la que han tocado diversos puntos de la República mexicana, aunque Guadalajara guarda un lugar especial, porque según ella “nos encanta, hay gente en nuestro staff que es tapatía y me da gusto presentarles el concierto en directo de dos horas. Tenemos una super producción, con las canciones del disco nuevo y las clásicas. Estamos ansiosos por llegar al Auditorio Telmex. Además, si llenamos ese lugar, es que nos quieren mucho (risas)”.

La mujer desparpajada y alegre que es Natalia bajo el escenario, la que cuenta chistes anécdotas y sonríe, se transforma por completo una vez que se sube a cantar, pero confiesa que eso es una imagen, pues cuando enfrenta a un público en lugares pequeños, se muere de nervios, porque “puedo ver cómo se pasan las copas, qué están hablando, qué caras te hacen. Son mejor los grandes como el Telmex, miro en un punto fijo y ya (risas), los lugares pequeños hacen que me desconcentre mucho”.

Entregada a su público

La música tiene la capacidad de cambiar el semblante de las personas, sembrar sonrisas, evocar recuerdos, sumergir dolores o generar lágrimas. Y Natalia sabe que esas reacciones las provoca con su voz, algo que sigue siendo maravilloso para ella. “Me parece mágico y no me doy cuenta. Parece que toda esa energía que sale de mí se traslada a la gente y se convierte en algo bonito. Es algo que no entiendo, pero lo que les pasa a ellos es lo que me pasa a mí cuando escucho a Aretha Franklin. Hay cantantes que no logran proyectar esa emoción y estoy muy agradecida que a la gente le guste mi música o mi voz”.

De hecho, la vocalista explica que a veces el sentimiento que viaja en la música no conoce lenguajes, sino emociones. “Yo escucho mucha música senegalesa y no entiendo nada, ¡pero me encanta! (risas). Me fascina la música africana y la portuguesa. No hace falta entender lo que dicen, simplemente cómo lo dicen, cómo te emociona, es lo más importante”.

En ese camino musical, Natalia asegura que ella componía en inglés, pero cuando entró a La Quinta Estación “tuve que comenzar a hacerlo en español, si no, no me iban a entender (risas). La mayor parte de las cosas que canto en mi casa son en inglés y en el show que haremos en el Telmex verán algo en ese idioma”.

¡Maldito salmón!

El pasado mes de julio, previo a un concierto a celebrarse en Monterrey, Natalia se sentía mal y tuvo que cancelar el concierto. Y por mal hay que entender que incluso fue internada en un hospital de emergencia. “Tuvo la culpa un salmón que estaba malo y me sentía mal desde entonces. Antes de llegar a Nuevo León hicimos una escala en Guadalajara y me estaba muriendo, así que cuando llegué a Monterrey me tuvieron que internar. Me dijeron que tenía salmonelosis, estuve un mes sin comer casi nada y ahora peso 55 kilos. Sentí que iba a desaparecer, pero, ¡me quedó un cuerpazo! quedé divina (risas)”.

La Quinta Estación en concierto / Auditorio Telmex / 29 de agosto / 20:30 horas / Boletos de 100 a 600 pesos en Ticketmaster

Curiosidades de La Quinta

* Su video Que te quería, ha sido visto más de 25 millones de veces en YouTube en el canal oficial de la banda ( www.youtube.com/user/laquintaestacion)

* La biografía de Natalia Jiménez en Wikipedia.com dice que a ella le fascinan los Pet Shop Boys. Ella se ríe y dice que “no. ¿Cómo los Pet Shop Boys?”.

* Natalia dice que en estos días ha estado escuchando a George Michael una y otra vez. “Ya me da nauseas de tanto oírlo (risas). Pero no puedo parar”.