La Maldita Vecindad: identidad inquebrantable

GUADALAJARA, JALISCO (25/JUL/2014).- Son referencia de la música popular y llegaron para quedarse. La Maldita Vecindad está de manteles largos, porque han llegado a 30 años de trayectoria, con una carrera que de paso los coloca como parte de la idiosincrasia mexicana y como la voz fuerte de quienes aman la estridencia. Esto quedará  de manifiesto el próximo 1 de noviembre en el Foro Alterno cuando la agrupación comandada por Roco, Pato, Aldo y Sax  llegue a la Perla Tapatía con su gira "XXX años de paz y baile".

La banda decidió culminar un ciclo a raíz de su más reciente participación en el Vive Latino, evento que la motivó a cerrar con broche de oro tres décadas donde han sido testigos de muchos cambios sociales, y qué mejor manera que sellar un momento de su carrera con una gira de conciertos que se extenderá de septiembre a diciembre, para después darle continuidad a lo que llaman un renacer de la agrupación.

Pero para poder comenzar con el resurgir, también es necesario refrendar un  legado, y lo harán a través de un documental que será publicado a finales de 2015, donde más que ser ellos los protagonistas, le darán la palabra a los seguidores que los han acompañado en su lucha por un sociedad mejor donde haya equidad para todos, como lo han venido  haciendo desde que alzaron la voz para hablar del terremoto de 1985, pasando por el Movimiento Zapatista, entre otros acontecimientos sociales.

“Nosotros no quisimos quedarnos en el gueto del rock mexicano, a mí me gusta Pérez Prado, Tin Tan, Daniel Santos, la Sonora Dinamita y soñábamos en hacer música que la bailaran en las fiestas y en los quince años, en todos lados y que la gente la sintiera suya y eso es lo que pasó con Maldita”, apunta Roco, en tanto que que Pato comparte que su éxito también se debió a las distintas expresiones sociales que se vivieron en el México de las décadas de los años sesenta, setenta y ochenta, junto con diversos elementos sonoros.

Fieles al activismo

La Maldita Vecindad siempre ha sido un estandarte de las causas justas y sus 30 años en ese camino la respalda.

Más que sentir alguna responsabilidad sobre ser ejemplo y portavoces de lucha por los derechos civiles, el grupo se siente completamente identificado con su México, con la realidad que vivieron ayer y la que hoy tienen presente.

“Sentimos una increíble empatía, nos sentimos parte de todo y tocados de todo lo que está pasando en México, y la última década de Maldita Vecindad ha sido nuestra vinculación muy directa con los movimientos sociales, sobre todo con el indígena que a partir del Zapatismo son el único sector de la población mexicana que están dando una opción real frente a la violencia y la corrupción. Las zonas autónomas y las guardias comunitarias han sido tan criticadas y todo, pero que son opciones reales que plantean un mundo distinto”, explica Roco quien pone como ejemplo que esta misma población lucha por la defensa del maíz contra los transgénicos.

Por estas fechas, la escuadra capitalina que encuentra colaborando de cerca con Wirikuta, y en las ciudades busca ser una voz de recuperación del espacio público, que éste se vea como un reflejo de la cultura y la creatividad y no como un lugar de enajenación; también trabajan de cerca en el tema de las redes del ciclismo urbano y del foco rojo de los feminicidios que han azotado al país en los años recientes.

“Nosotros nos hemos identificado con el trabajo activo de los colectivos y estamos en la construcción de otra opción y otro camino que se sigue avanzando, los festivales musicales son factibles en esto porque hay la tecnología cerca, la tenemos con las redes sociales y el internet que vuelve a la independencia (musical) más asequible”, confía Pato.

Una banda que atrapa momentos

Hace 11 años, Guadalajara sonaba al ritmo de la Maldita Vecindad, que vino a la ciudad para celebrar el 461 aniversario de la urbe en un concierto en la Concha Acústica. Pero lo mismo cantan las mañanitas que le entran a temas polémicos. No son una banda acostumbrada al silencio.

“Hay momentos sociales que inciden en la expresión cultural, artística y musical. Y en ese momento cuando nosotros empezamos había un momento específico donde no había industria, y cuando comenzamos a incursionar en esa aventura discográfica éramos un hito porque no nos parecíamos a nada, ni a un grupo anglosajón o de rock en tu idioma”.

“Cuando empezamos a hacer música —agrega— no fue con fines mercadotécnicos sino con esa influencia que también teníamos y con nuestras limitaciones porque no había muchas escuelas de música, se estudiaba tocando, es más, deberían hacerle un monumento al Guitarra fácil”, agregan en tono de broma.

Maldita Vecindad dice que no hay una clave de éxito, porque hasta el día de hoy ellos mismo no se explican cómo hay buenos grupos que no tienen la difusión que merecen y como hay otros a los que califican como malos que están en todos lados.

“Si tuviéramos la clave ya la hubiéramos patentado y compartido con toda la gente, la clave es que no hay clave, es hacer tu música desde tu corazón y sobre lo que tú imaginas, y el claro ejemplo somos nosotros”.

Roco expone que la intensión de La Maldita desde un principio “es romper los moldes, no es estar copiando como ahora que los Strokes se pusieron de moda y todas las bandas los están copiando, es más, los Strokes se están fusilando a otras bandas, y eso habla de una falta de memoria e inventiba, la música debe hablar de lo que tú sueñas”, remata el músico.

FRASE

"Hay muchas historias que nos falta compartir y sentimos que una de las cosas que le falta a México es la memoria".

Roco, integrante de La Maldita Vecindad