La Berlinale vence a la crisis

BERLIN, ALEMANIA.- El Festival de cine de Berlín y el Mercado Europeo de Filmes (EFM) fueron un éxito "pese a la difícil situación económica", informaron los organizadores el sábado poco antes de entregar el Oso de Oro a la mejor película y los otros galardones.

"Cómo financiar las películas en plena crisis del crédito" fue un tema debatido durante la Berlinale, que registró una afluencia récord de público a las mil 238 proyecciones de filmes, para las cuales se vendieron 270 mil entradas.

Cerca de 20 mil profesionales del mundo del cine de 136 países, incluidos periodistas, fueron acreditados para esta 59º edición de la Berlinale, que comenzó el 5 de febrero pasado y bajará su telón este domingo.

Durante los 10 días de la Berlinale se proyectaron 383 películas, según la oficina de prensa del festival.

En los pasillos del EFM, que reúne a productores, distribuidores y vendedores de películas, instalado en el Museo Martin Gropius, cerca de Potsdamer Platz, en el corazón de Berlín, las actividades fueron intensas, disipando los pronósticos alarmistas.

En el calendario de los profesionales, Berlín viene después del American Film Market (AFM) del mes de noviembre en Santa Mónica (California, EU), y precede el mercado de Cannes (Francia), el más importante de Europa, en mayo.

Interrogados en Berlín por la revista profesional Hollywood Reporter, los vendedores estadounidenses de películas dijeron haberse tranquilizado "al ver que las producciones de calidad, con estrellas y un director conocido, se vendieron fácilmente".

"Las cosas funcionaron bien", declaró al Hollywood Reporter Anick Poirier, de la firma canadiense Entertainment One, que tuvo numerosas propuestas para el documental de Michael Winterbottom, "'The shock doctrine', que critica el capitalismo desbocado".

Según los profesionales entrevistados, los precios de las películas no tienden a bajar, con excepción de áreas determinadas: en Japón, que corrige los altos niveles alcanzados en el pasado, en Rusia, a causa de una importante devaluación del rublo, y en Brasil, donde el real cayó en los últimos meses.