La Barranca, vibraciones inéditas

GUADALAJARA, JALISCO (29/SEP/2012)- Existe una chispa en la mirada de José Manuel Aguilera. Una transformación sutil en su tono de hablar. Parece que algo dentro del alma del líder de La Barranca adquirió un nuevo color. Como si un fuego nuevo estuviera ardiendo en el alma del roquero.

Las razones para esta transformación son muchas. La primera tiene que ver con que ya se encuentra totalmente recuperado de una cirugía en el dedo de la mano, lesión que lo mantuvo alejado durante varias semanas de sus grandes amores: la guitarra y la música.

La relación de Aguilera con su guitarra es profunda. Es un amor que nació en la infancia, como lo reveló de forma reciente durante una conferencia que ofreció en Foro Expo Guadalajara, en el marco del Festival Rock por la Vida 6 (el pasado 23 de septiembre). Sin la guitarra le costaba trabajo respirar. Los espacios se cerraban. Su sonrisa se apagaba. Y su regreso cambia las reglas del juego.

A su recuperación física se suma la vuelta de La Barranca a los estudios de grabación. La escuadra, formada por Adolfo Romero, Alfonso André, Federico Fong, Jorge Cox y el propio José Manuel ya se encuentra trabajando en el disco que será sucesor de Piedad ciudad.

Con su salud restablecida, la agenda del roquero comienza a llenarse de nueva cuenta. "Estamos haciendo un nuevo disco con La Barranca, culminando de paso con algunas presentaciones, tanto con el grupo como unas que he venido haciendo yo solo". El futuro pinta promisorio para un músico que jamás perdió la fe en el sonido.

EL INFORMADOR / Juan González