Entretenimiento | Por: Guillermo Vaidovits Kinetoscopio Triángulo amoroso Por: EL INFORMADOR 23 de enero de 2011 - 02:21 hs GUADALAJARA, JALISCO (23/ENE/2011).- Encasillar La chica de Mónaco en un solo género puede resultar una tarea un tanto ingrata. La película inicia con ánimo de comedia, evoluciona entre tímidos rasgos de intriga policíaca, y luego irrumpe un tono serio más propio del drama. No cabe duda que la combinación es inusual pero funciona bastante bien. En el primer momento, por la presentación de los protagonistas, el asunto promete un buen enredo. Por un lado hay un abogado parisino acostumbrado a la palabrería de los juicios y el trabajo legal que no puede dejar a un lado su locuacidad ni en las circunstancias más íntimas. La película lo descubre besando a una mujer y soltando rollo. Por otro, un guardaespaldas asignado que cumple su labor con la precisión y la indiferencia de un mecanismo. El argumento suma al contraste del parlanchín y el circunspecto los pormenores de un caso criminal que anda en boca de todos: en Mónaco, una señora de familia adinerada mató a un gigoló ruso de familia mafiosa. Aparece entonces una tercera figura, la chica del título, que uno de los personajes define como “tan típica de aquí” en referencia a la gente del principado. Ella deja la impresión inicial de ser de una belleza y superficialidad portentosas. Su trabajo consiste en presentar el reporte meteorológico en la televisión local. Lo hace con actitud bobalicona, canturreando cancioncillas y vistiendo ropa reveladora. Con este detalle la realizadora y la propia intérprete dan muestras de ironía, pues antes de debutar como actriz en esta cinta, la mujer tenía exactamente ese trabajo para la televisión nacional francesa. La relación entre los tres personajes alcanza un punto donde se descubre que hay un tema más profundo que domina la trama. No importa cuan poderoso, exitoso, o viejo se sea, el deseo, el amor y el sexo pueden atontar a cualquiera. No es fortuito que el largometraje con el que Anne Fontaine arrancó su carrera de cineasta en 1993 se tituló: Las historias de amor terminan mal… en general. Posiblemente, algo que vuelve novedosos todos estos elementos propios de la comedia romántica, del drama pasional, de las películas de juicio –también eso contiene este coctel– es el tratamiento que les da la directora, quien no intenta forzar el escándalo ni la gracia de las situaciones, sino que asume que hay espectadores que pueden apreciar situaciones complejas, sin necesidad de enfatizarlas, así como personajes que son algo más que fichas de un juego predeterminado. Uno de sus grandes aciertos es el dibujo del personaje femenino; más allá de que tiene la fisonomía del objeto sexual, por el estilo del que hiciera famosa a Bo Derek, también exhibe tal ambición, independencia, y dignidad, que termina subordinando a los protagonistas varones al rol de villanos. La chica de Mónaco (La Fille de Monaco), Francia, 2008. Dirección: Anne Fontaine. Guión: Benoit Graffin. Actuación: Fabrice Luchini, Roschdy Zem, Stéphane Audran. Temas Cine Kinetoscopio Lee También Este es el precio de la palomera de ‘Moana 2’ en Cinépolis La recomendación de hoy en la cartelera de cine es “Stella, una vida” Los estrenos de Max del 25 al 29 de noviembre La recomendación de hoy en la cartelera de cine es “Tratado de invisibilidad” Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones