Kinetoscopio

GUADALAJARA, JALISCO (20/JUN/2010).- Los super héroes de historieta son en los últimos tiempos un elemento central de la industria cinematográfica estadounidense. Como hasta ahora lo hizo la novela y el teatro, los llamados cómics surten de ideas, tramas, y personajes a las producciones más variadas. Kick-Ass se ubica en una vertiente en la cual las exageraciones y fantasías propias del material intentan confrontarse con algún grado de realismo psicológico, social, o físico. En la búsqueda de novedad ya sucedió en Hancock que el super hombre se presentó de inicio como un ser de capacidades extrahumanas que, producto de una curiosa compensación natural, poseía vicios reprochables; era borracho, perezoso y grosero. También no se puede olvidar que las exitosas cintas del Hombre Araña alinean en primer término los conflictos personales, y que las hazañas ayudan sobretodo a resolver las crisis de identidad del personaje. Otro caso es la asombrosa Watchmen donde se ofreció una galería de seres poderosos pero amargados, envidiosos, petulantes y destructivos.

Al peculiar título original los distribuidores nacionales de la cinta impusieron un complemento –puede leerse al pie de esta nota- que estropea un par de sorpresas, aunque destaca, para bien, el potencial de absurdo que campea en el argumento. ¿Quién puede creer en los super héroes como una posibilidad de hacer justicia? La respuesta según la cinta es: los chiflados y los adolescentes. Esa mentalidad, ilusa y maximalista, de que el mundo se puede arreglar a base de fuerza y violencia es el atractivo de una buena parte de las historietas, y la puerta de acceso a la existencia de individuos y situaciones ridículas. Concientes de ello los creadores de la película explotan ese filón, al principio en plan cómico, y hacia el final en actos intrépidos y patéticos.

La filiación con el cómic, que según algunas publicaciones estadounidenses es objeto de fervor en aquél país, se plantea con una secuencia que tiene el efecto narrativo de envolver una historia dentro de otra historia. Visualmente ese pasaje se vuelve muy interesante. Las viñetas siguen una a otra a las órdenes de una voz que construye el relato, y cada uno de los dibujos propicia una sensación tridimensional insólita.     

Pocas cintas han sido tan vilipendiadas por la crítica tras su estreno como ésta (en EUA fue el 16 de abril). En general le reprocharon su falta de moralidad, y le descubrieron una nula intención burlesca en los despliegues, a veces salvajes, de violencia. No puedo concordar con tales visiones, porque yo prefiero que esa parte atroz de nuestra naturaleza se exprese en el cine, y no en la realidad de la calle o de los hogares. Además ¿a qué cinta de super héroes no le sobra brutalidad? En cambio, pienso que Kick-ass dramatiza bastante bien esa ensoñación peligrosa para la cual la aniquilación, la crueldad y la venganza, son el camino perfecto para resolver los problemas sociales.    

Kick- Ass: un super héroe sin super poderes, EUA, 2010; Dirección: Matthew Vaughan. Guión: Jane Goldman y Matthew Vaughan a partir de una historieta de Mark Millar y John Romita Jr. Actuación: Aarón Johnson, Nicolas Cage, Chloe Grace Moretz, Mark Strong.