Miércoles, 27 de Noviembre 2024
Entretenimiento | Por Guillermo Vaidovits

Kinetoscopio

La conjura de los necios

Por: EL INFORMADOR

Al filo de la oscuridad puede situarse en distintas categorías a la vez. Es la adaptación de una miniserie de la televisión británica de hace 25 años al contexto estadounidense actual, lo cual la pone en calidad de producto de moda de acuerdo a la tendencia de la industria de buscar inspiración y negocio en los casos más sonados de la pantalla chica de ayer y hoy. Es también una cinta de policías, más o menos tradicional, con investigación y venganza de por medio, que sustituye discretamente el uso de una subtrama romántica, por una de amor filial. Y de remate, es la película más reciente de Mel Gibson. El artículo "de" significa posesión y pertenencia indiscutible, pues aparte de aparecer como protagonista, es dueño del filme a través de su compañía Icons Productions.  

Gibson en su trayectoria como actor logró hasta el momento consolidar un registro muy definido. Puede interpretar de modo verosímil héroes de acción sufridos que son lastimados por el enemigo hasta el cansancio, pero que no pierden su impulso, y de último momento se reponen y tambaleantes anulan a sus contrincantes; a veces el triunfo tan solo es espiritual, pero su filmografía repite una y otra vez tales figuras, la serie Mad Max, la serie Arma Mortal, o en casos sueltos como Corazón valiente y La revancha. Esa veta atormentada fue la razón por la que el cineasta italiano Franco Zeffirelli  lo eligió para personificar a Hamlet(1990). Y su visión más personal de ese proceso de mortificación y redención alcanzó la expresión más alta, y afloró con un énfasis místico, cuando dirigió La pasión de Cristo.

En la nueva película, todo el repertorio de sus expresiones faciales angustiadas o duras, adoloridas o rencorosas, impetuosas o tristes, que tiene bien probado, se vuelve lo más creíble dentro de un argumento "jalado de los pelos", que encasilla sin preocupación a los personajes; los malos usan traje negro, y el bueno, aparte de ser Mel Gibson, es detective de la policía de Boston y en consecuencia viste una gabardina beige. El realizador atiende con esmero los clichés de una conspiración: informantes que no quieren hablar porque tienen miedo y luego son víctimas de un misterioso ataque, reunión de los conspiradores en parajes aislados, corrupción política, corporaciones funcionando al margen de la ley, persecución de automóviles, amigos traicioneros.

Hay un agregado fantasioso que pretende subrayar el posible desequilibrio mental que padece el protagonista. A raíz de la pérdida violenta de un ser querido, el agente platica y recibe consejo y consuelo de algo que debemos suponer es un fantasma o el fruto de su mente desbocada. El desenlace aclara el punto y defrauda cualquier intento de tomarse en serio la película.  

Al filo de la oscuridad (Edge of Darkness), EUA / Inglaterra, 2009. Dirección: Martín Campbell. Guión: Andrew Bovell, William Monahan a partir de la miniserie de Troy Kennedy Martín. Actuación: Mel Gibson, Ray Winstone, Danny Huston y Bojana Novakovic.

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