Kinetoscopio

Con pasmoso júbilo Asesino ninja ofrece el espectáculo de brazos, cabezas, piernas y estómagos cercenados, más derramamientos de litros y litros de sangre falsa. No se trata de una película de horror, sino una de acción que abandona toda exigencia dramática y coloca en su lugar una ilustración de la violencia, a base de piruetas y efectos especiales. La frase: los ninjas atacan, resume a cabalidad la trama completa.

A estas alturas cualquiera pensaría que los “ninja” eran cosa del siglo pasado (la década de los años ochenta) o, para ser más exactos, uno de los motivos que sólo despierta la nostalgia de los espectadores aficionados a las artes marciales. Pero tanto videojuego, además de la costumbre del cine reciente de sustituir los ganchos de box por las acrobacias del kung fu, haciendo que casi cualquier película en que suceda una pelea, aunque sea una simple bronca de cantina, el enfrentamiento termine como torneo de karatekas, ya trajeron de vuelta esos esquivos personajes, por inclinación embozados y ataviados con unos ceñidos pijamas negros.

Los responsables de este intento de renacimiento son los hermanos Andrew y Laurence Wachowski, celebrados por Matrix y vilipendiados por lo que hicieron después, así como James McTeigue quien con V de venganza demostró ser capaz de confundir un argumento de tintes anarquistas con un elemental carrusel de disfraces.

En esta ocasión el realizador intenta también entrar en honduras y lo hace por vía de mostrar la formación y los principios metafísicos que nutrieron al protagonista, para eso recurre a la ayuda de algo que parece filosofía oriental, pero que en realidad se torna una monserga. Por lo tanto el personaje se define mejor por el lucimiento de sus músculos abdominales y la presencia regular en su rostro de una sonrisa antipática.

En cuanto a las escenas de acción, que prácticamente se suceden una a otra, el director considera que son más emocionantes mientras sean nocturnas y embrolladas. Los cortes son en algunos casos demasiado vertiginosos y las imágenes tienden a dar la impresión de que fueron captadas por un camarógrafo atacado por los nervios e incapaz de mantener quieto el encuadre.

Durante esos pasajes el sonido forma una rapsodia que combina todas los posibles ecos de lo metálico, del silbido de objetos cortando el aire, y del fragor de los golpes y las estocadas.

La violencia tiene un acabado impecable aunque cede fácilmente a la exageración y suele encubrir la brutalidad de los hechos tras un despliegue espectacular de recursos técnicos y un sentido del humor bastante superficial.

Asesino ninja (Ninja Assassin), Alemania/ EUA, 2009. Dirección: James McTiegue. Guión: Matthew Sand, J. Michael Straczynski. Actuación: Ji-Hoon Jeong alias Rain, Naomie Harris, Sho Kosugi.