Kinetoscopio

“Pierda toda esperanza quien por aquí entre” con estas palabras Dante imaginó coronadas las puertas del Infierno.

Las mismas pueden servir de advertencia para los espectadores de Gomorra, pues la película es una de las visiones más desconsoladoras de los últimos tiempos. Es cine europeo que pretende ser más crudo que la vida misma y que se muestra muy poco dispuesto a simpatizar o condescender con los personajes y con el público.

La trama sigue la moda entre cierto cine contemporáneo de qualité de organizar los acontecimientos como una red de historias que a veces se tocan una a otra. Un adolescente que trabaja repartiendo mercancía de una tienda de abarrotes en un multifamiliar destartalado se transforma en un delincuente más como si fuera los más natural. Un par de jóvenes abobados sueñan con ser criminales de altos vuelos, como los de las películas estadounidenses, y en consecuencia emprenden fechorías que afectan a los capos que controlan la zona. Don Ciro una especie de contador, y empleado de segunda de la mafia, dedicado a repartir dinero a las familias que apoyan a la organización ,y vivir con miedo.

Franco un empresario tramposo, consagrado a negocios inmorales con los desechos industriales. Y finalmente, Pasquale un sastre que con el anhelo de obtener más ingresos enseña en secreto todos sus conocimientos del oficio a los obreros chinos de una maquiladora de ropa.

La frialdad expositiva que impulsa el desarrollo de la cinta no impide la existencia de algunos momentos escalofriantes que permanecen en la memoria. Como en el inicio con las muertes en el salón de bronceado donde solo queda la enérgica música pop, que se escucha en el lugar, como acompañamiento de los cuerpos ensangrentados.

Otra escena es el rito de iniciación de Toto, que para sumarse a las filas criminales ha de pasar la prueba de que le disparen directo al pecho, mientras él, protegido por un chaleco antibalas, debe conservar la calma. Sin embargo la secuencia más frenética es aquella en que Marco y Ciro tras robar un depósito de armas de la mafia, adquieren como pasatiempo ir a disparar al aire. Entonces los vemos divertirse a la orilla de una charca, vestidos tan solo con calzoncillos, tirando bala a lo loco.

Las imágenes que fabrica el director Matteo Garrone quieren tener una calidad documental. Muestran los negocios y la rutinas cotidianas de la Camorra en Nápoles, de modo que se vea todo lo más depresivo posible. Enseña que viven carentes de lujo, que matan con la misma facilidad con la que respiran. Baja a los criminales del pedestal en que los subió el propio cine, la televisión, las canciones y las consejas populares.    

Gomorra, Italia, 2008; Dirección: Matteo Garrone; Guión: Marizio Braucci, Ugo Chiti, Gianni Di Gregorio, Massimo Gaudioso, Matteo Garrone, Roberto Saviano; Actuación: Salvatore Abruzzese, Gianfelice Imparato, Salvatore Cantalupo, Toni Servillo, Marco Macor, Ciro Petrone.