Miércoles, 27 de Noviembre 2024
Entretenimiento | Guillermo Vaidovits

Kinetoscopio

Metafísica vital

Por: EL INFORMADOR

Nuri Bilge Ceylan es un virtuoso para captar en película, y por lo tanto hacer visible las sensaciones tangibles que depara un ambiente. El calor a través de la transpiración de la piel, la brisa por un movimiento de las cortinas, la humedad del aire por la oscuridad de las nubes.

 El sonido redondea dinámicamente la evocación de esos climas, interiores y exteriores, con el rumor de la respiración, el maullido de los gatos, los zumbidos de los insectos, la llamada del almuecín y el soplar del viento.

En Tres monos, este director turco ofrece todos esos elementos atmosféricos para dar cuenta de la pugna interior y los sentimientos que mueven a sus personajes. Ceylan escarba en el silencio y busca el significado de lo que pasa en los detalles. La trama comprende adulterio, violencia, celos, ira y paranoia, pero la mayoría de tales actos ocurren fuera de lo que la película muestra, o se observan a distancia. Tiene componentes dignos de una historia de suspenso, pero su narración carece de nerviosismo simulado. El realizador parece intrigado por algo más que los giros dramáticos.

 Su interés son los efectos que tales vicisitudes tienen sobre los protagonistas. Cuando presentó la cinta en el festival de Cannes 2008, donde ganó el premio a la Mejor dirección, dijo: “Lo que me empuja a hacer cine es la voluntad de comprender nuestro mundo interno que no puede ser formulado racionalmente”.

Las imágenes se caracterizan por un colorido extraño, deslavado, con un tinte, un poco, y el ritmo que transmiten, y en que se presentan, es pausado. A veces agresivas, y otras contemplativas u oníricas, gravita sobre ellas el recuerdo de lo que hacían Antonioni, Bergman y Tarkovski. Son bellas e impactantes postales manieristas que reniegan de cualquier mordacidad y remiten a una solemnidad algo atemorizante.

El título alude a un proverbio chino, en el que los monos se cubren los ojos, la boca y las orejas, para no ver, oír, o hablar. De ahí las actitudes que constituyen la vida de los personajes retratados en la película. Un cimiento arraigado en la melancolía y el sufrimiento.

Sufrimiento sordo y mudo que el cineasta logra atrapar notablemente en las escenas más cautivantes y misteriosas de la cinta; aquellas donde al hijo en plena confusión lo ataca la nausea, y además recibe la visita del fantasma de su pequeño hermano muerto. Sin duda se trata de una película extraña y pesada, que demuestra un ejercicio fascinante de los recursos expresivos del cine.

Tres monos (Üc maymun), Francia/ Italia/ Turquía, 2008. Dirección Nuri Bilge Ceylan. Guión: Ebru Ceylan, Nuri Bilge Ceylan, Ercan Kesal. Actuación: Ercan Kesal, Yavuz Bingol, Hatice Aslan y Ahmet Rifar Sungar.

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