Kinetoscopio

Hace 25 años Tom Hanks figuró en el reparto de una comedia titulada Despedida de soltero (Bachelor’s Party, 1984) que si bien quizás no fundó el subgénero de las bacanales premaritales, sí ofreció a la posteridad algunas de sus convenciones más perdurables: El consumo de alcohol y drogas, la parranda con desnudistas, la intervención de animales, el vértigo de la degradación, la reducción al absurdo, la paulatina devastación de los escenarios.  

Todos esos puntos los cumple ¿Qué pasó ayer? y añade un énfasis en el libertinaje al ubicarlos en Las Vegas, ciudad que en los últimos tiempos efectúa un intenso marketing turístico a través del cine y la televisión estadounidense, y que se proclama capital del desenfreno con el lema: “Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas”. En las películas eso adquiere el grado de mandato para que los personajes se comporten como estúpidos, actúen de manera inmoral y desagradable, puesto que al final existe la opción del indulto que el slogan les ofrece de antemano. Y la ciudad acaba siendo de modo muy obvio el equivalente de un parque temático para adultos que pretendan pasar por disolutos y necesiten autorización para descarriarse.

Ahora bien, ¿por cuánto tiempo son interesantes un grupo de borrachos que andan de juerga? ¿un minuto? ¿dos a lo mucho? Posiblemente la pregunta se la hicieron los guionistas en algún momento, y pienso que llegaron a la conclusión correcta: por muy poco tiempo. Concientes de la desventaja fabricaron una estructura narrativa diferente a la que se acostumbra.

En este tipo de tramas por lo común se acompaña a los borrachos a lo largo de la noche y se les ve hacer un estropicio tras otro. En cambio ellos dejaron fuera los episodios de embriaguez y tontería -bueno, se presentan como fotografías durante los créditos finales- para en su lugar armar una especie de historia de misterio, donde surge un enigma que parece insondable, existe un plazo perentorio que presiona por una solución, y entonces con las pocas pistas que se tienen a mano se inicia una investigación. De ese modo en el transcurso de la pesquisa se incorporan las sorpresas cómicas y se mantiene de mejor manera el interés.

Es evidente que el sentido del humor de los realizadores opta por ciertos desahogos chocantes que pueden ser inquietantes para una mentalidad juvenil, aunque no sean necesariamente graciosos, como una mamá que de pronto da su pecho a su bebé, o un anciano gordo que en bata de hospital queda continuamente con el trasero al aire, o un oriental completamente desnudo que ataca con saña a los protagonistas. También hay ejemplos de regocijo más vulgar como cuando un niño dispara una pistola eléctrica a los testículos, o cuando un personaje se orina en una piscina.

¿Qué pasó ayer? (The Hangover), EUA, 2009. Dirección: Todd Phillips. Guión: Jon Lucas, Scott Moore. Actuación: Bradley Cooper, Ed Helms, Justin Bartha, Zach Galifianakis.