Kinetoscopio

Tu última oportunidad abunda de modo más o menos aceptable en la vieja idea de que sin importar cuán estropeada esté una vida siempre hay posibilidad de que ocurra algo que puede enmendarla. El cliché, en este caso, es el motor de una trama que transita entre la comedia, algunos momentos tristes, y un persistente sentimentalismo romántico. Para dar un toque de novedad la película introduce un giro en el asunto: los protagonistas son un hombre fracasado de más de 60 años, y una mujer desilusionada que se acerca a los cincuenta. Así su encuentro y el prudente amorío que disfrutan se convierten en algo ligeramente diferente.

La estructura dramática del argumento exhibe un patrón muy simple. Abre con el  personaje masculino, Harvey, en los preparativos de un viaje a Londres para asistir al matrimonio de su hija. Luego incorpora al personaje femenino, Kate, de visita en casa de su madre de camino a su trabajo en el aeropuerto de Londres. Esa alternancia nos avisa que en algún punto tendrán que conocerse. Aunque de manera astuta el guión los hace coincidir y separarse en un par de ocasiones hasta que finalmente, y con cierta resistencia de su parte, sus destinos se tocan definitivamente. Mas la historia no termina ahí, sino que todavía hay oportunidad de forzar uno que otro malentendido.

El director parece tener un gusto genuino, y un gran respeto, por ese género de películas que se llama comedia romántica, ya que maneja los distintos tópicos sin caer en ironías o cinismos. La escena donde Harvey y Kate tienen por primera vez una conversación evoca sin reservas los clásicos diálogos de las comedias hollywoodenses donde una pareja que recién se conoce antes de enamorarse demuestran un desprecio recíproco.

También aparece la escena de la fiesta de una boda, con un peso dramático especial, que contribuye a estimular la relación entre los protagonistas y a facilitar que uno de ellos resuelva los conflictos pendientes con sus familiares. Incluso no falta la secuencia en que los personajes van de compras, y Kate se prueba juguetonamente distintos vestidos, haciéndola ver a veces ridícula, otras demasiado informal, hasta encontrar uno con el que finalmente luce bien. Ni tampoco la escena donde el enamorado en ciernes recibe el apoyo incondicional de la amigas de su amada que lo apuran con el clásico mandato: ¡Vamos, ve por ella!

Sin embargo lo más sobresaliente que tiene la película es la presencia en el reparto de dos actores de renombre, Dustin Hoffman y Emma Thompson, que proporcionan verosimilitud y carisma a los personajes principales. Su experiencia y habilidad quedan plasmadas, sobre todo, en el diálogo culminante donde uno convence al otro que su relación sí tiene futuro.

En manos de otros, el momento hubiera sido un tortuoso repaso de un cliché inadmisible. Además de forma ingeniosa ese punto final resuelve también la diferencia de estatura entre los dos actores.  

Tu última oportunidad ( Last Chance Harvey), EUA/ Inglaterra, 2008. Dirección y Guión: Joel Hopkins. Actuación: Dustin Hoffman, Emma Thompson.