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Erotismo casto

Por: EL INFORMADOR

Escena de la película Eclipse. EFE  /

Escena de la película Eclipse. EFE /

GUADALAJARA, JALISCO (04/JUL/2010).-Para los más familiarizados con lo que ocurre en Eclipse, las desventuras de Bella, Edward, y Jacob, resultan algo así como un paradigma contemporáneo de la pasión romántica.

Por eso, el final con beso incluido no puede ser más adecuado, y los numerosos indicios de que el romance en general resulta digno de la peor novela rosa, se pasan por alto.

El triángulo amoroso está constituido por una joven delicada y supuestamente adorable con nombre de cuento de hadas que en la preparatoria conoce a un muchacho pálido de mirada intensa y cejas pobladas que viene de Europa, y a un nativo estadounidense de sangre tan caliente que necesita andar sin camisa.

Como la historia comenzó dos películas antes, allá se reveló que uno de los varones es vampiro y el otro hombre lobo. También desde entonces la chica vive un gran dilema: no sabe si entregarse al educado o al salvaje.

Los personajes, si es que uno quiere llamarlos así pues carecen de rasgos que los hagan parecer personas de verdad, son fichas de un espectáculo que en su evolución pretende conmover con sentimientos profundos.

Después de todo se trata de una franquicia que con recato vende a la juventud la idea de ser cuidadoso y responsable en materia de sexo. A la segunda escena queda demostrado el punto.

Edward y Bella están juntos, él le pide que se casen, ella le dice que no, que lo que quiere es que la convierta en vampiro. Como es un caballero bien portado él no hace caso.

En otra parte de la trama Bella vuelve a las andadas. Acude a casa de Edward e intenta seducirlo, nuestro héroe la detiene y le informa que solo tendrán relaciones si son esposos; de nueva cuenta le pide matrimonio y entonces ella, en medio de su deseo, acepta la proposición.

Es común que una película con vampiros y hombres lobo tenga bastante violencia, o efectos especiales sorprendentes. Ninguna de las dos cosas son características de Eclipse.

En cambio a lo largo de sus 124 minutos atendemos distintas pláticas entre los tres amorosos. Sin embargo, a pesar de los tempestuosos pensamientos que debemos imaginar que pasan por sus cabezas en tales circunstancias ninguno de los tres, ni el comedido mozalbete de 109 años, es capaz de formular conversaciones interesantes.

Puede ser que la causa de lo anterior, además de la baja calidad del material que le da origen, sea que el director contratado se nota más atraído por los escasos momentos de acción que por las improbables angustias y tribulaciones de los adolescentes de fantasía que pueblan el argumento.  

Eclipse (The Twilight Saga: Eclipse), EUA, 2010; Dirección: David Slade; Guión: Melissa Rosenberg a partir de la novela de Stephanie Meyer; Actuación: Kristen Stewart, Robert Pattinson, Taylor Lautner.

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