Lunes, 16 de Septiembre 2024
Entretenimiento | Esta es una película de acción para pensar. Este hombre tiene un profundo dolor por el asesinato sin sentido de su hijo.

Kevin Bacon “firma su sentencia”

El actor regresa a los filmes de acción y se pone a prueba con una historia que denuncia la impunidad en las calles

Por: EL INFORMADOR

Aplica la Ley del talión



Aunque Kevin Bacon se ha caracterizado por interpretar a personajes complejos que se alejan del estereotipo del héroe, la acción siempre lo acompaña y Sentenciado a morir, la nueva producción de James Wan, no fue la excepción.
A punto de que su película se estrene en las salas mexicanas, Bacon recuerda su experiencia como Nick Hume, un empresario con una familia perfecta que ve roto su círculo familiar cuando matan a su hijo durante un asalto en una gasolinera.
“Me divertí como nunca en mi vida. Fui apuñalado, rebanado, cortado, magullado, golpeado y pateado, y me quedé sin aliento por correr en callejones”, menciona el actor que retoma la acción en esta cinta. Kevin señala que su participación en el filme de Wan atiende a un deseo de dar un giro a las consecutivas cintas “cerebrales” en las que ha participado en los últimos años.
A punto de cumplir 50 años, el actor afirma que tenía una cuenta pendiente con la acción por lo que hizo que sus agentes trabajaran buscando un proyecto que se ajustara a sus deseos, y así llegó a su carrera Nick Hume, el protagonista de la historia basada en la novela original de Brian Garfield, Death Sentence.
Bacon quería  hacer una película de acción y dice que Sentenciado a morir es el antídoto de las películas profundas que había estado haciendo últimamente. “Pensé que, en esos momentos, sería muy bueno hacer algo más físico. Muchas veces hay que sacrificar la profundidad del personaje al hacer una película de acción. Esta es una película de acción para pensar. Este hombre tiene un profundo dolor por el asesinato sin sentido de su hijo. No quería que sólo hubiera un poco de contexto para después pasar directamente a las armas y las balas. Yo quería algo realmente emotivo para interpretarlo”.

Ojo por ojo
La emotividad a la que apela Bacon es el motor que convierte a un tranquilo y ordinario hombre de familia en un asesino. Según el director James Wan, “la historia de esta película es muy ‘shakespeariana’. El tema de la venganza es atemporal, es una de nuestras emociones primarias, el querer buscar venganza cuando te va mal. Lo que hicimos con Sentenciado a morir fue tomar una historia clásica y llevarla a un escenario contemporáneo”.
Para el productor ejecutivo, Andrew Sugerman, es más clásica aún: “Es la clásica tragedia griega. Es la historia de un hombre con sus propios demonios. La idea de retar a tus enemigos es parte del curso natural de la justicia”.
Lo cierto es que cuando la vida de Nick Hume se derrumba, la venganza es lo único que le queda luego de que la justicia deje impune a Joe (Matt O’Leary), el asesino de su hijo, por lo que Nick decide tomar la justicia por su cuenta. Lo que escapa al impulso de sus acciones son las consecuencias y el saber que el hermano mayor de Joe, Billy Darley (Garret Hedlund) está furioso y jura venganza.

Diente por diente
En un abrir y cerrar de ojos puede pasar lo impensable, y la familia Hume es el blanco, ya que Billy ha amenazado a la esposa de Nick y a su hijo menor. Bacon recupera de la trama la complejidad y sentido de realidad que posee: “No es una historia simple, en donde el buen chico atrapa al malo. Hay un terrible precio que mi personaje tiene que pagar al decidir tomar la justicia en sus manos con el fin de proteger y defender a su familia. Hay un momento en el que piensa que todo ha terminado y que podrá continuar con su vida de manera normal, pero no puede lavar la sangre de sus manos. Es una sangre que regresará y lo perseguirá”.
Ese temor por perder todo en lo que cree hace que Nick se adentre en la compleja red de la delincuencia callejera y llevó a Bacon a realizar intensas secuencias. Desde correr por las calles al punto del desmayo hasta sacrificar su cabellera. “Esa escena terminamos haciéndola con dos cámaras. Fue algo muy intenso, pues no podríamos repetir la toma. ¡Eso era todo! Tenía que salir bien desde la primera vez. Fue una excelente escena, pues no me afeité la cabeza frente a un espejo. Sólo me la afeité y apenas podía verme. Así que me la afeitaba al azar y el pelo salía volando. Todos en el estudio se estaban volviendo locos. Después de que el director dijo ‘corte’, todos aplaudieron”.

La frase:
“Quiero verme en el espejo y no sentirme avergonzado por mis decisiones”
Kevin Bacon, actor


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