Katherine Heigl, celosa de su imagen

GUADALAJARA, JALISCO (12/ABR/2014).- Cuidado, mucho cuidado, con hacer enojar a Katherine Heigl en Hollywood. Ya que la rubia actriz es de esas figuras que cuando algo le molesta, es de “armas tomar”. El ejemplo más reciente es el pleito que sostiene la actriz contra la cadena de farmacias neoyorquinas Duane Reade, que hicieron mal uso de una fotografía que le tomó un paparazzi a la actriz. ¿Y cuanto pide la estrella de “Anatomía de Grey” en la demanda? Nada más que seis millones de dólares.

La estrella de 38 años se lanzó contra la cadena de farmacias, subsidiaria de Walgreens, después de que ellos usaran en la red social Twitter una historia con su fotografía, tomada sin permiso, donde la actriz aparece frente a uno de sus locales cargada con bolsas.

La foto parecía muy inocente, y Duane Reade aprovechó la coyuntura para compartirla en internet, afirmando que ni siquiera Heigl es capaz de resistirse a los encantos de “la farmacia más popular de Nueva York”. Pero lo que parecía una ocurrencia inocente les podría salir muy caro, dado que según la actriz, violaron sus derechos de imagen.

Según informa el sitio de internet TMZ, Heigl hizo el intento de evitar ir a juicio alcanzado un acuerdo previo con la cadena. Su idea era donar lo que obtuviera con la demanda a su fundación protectora de animales, la Jason Debus Heigl Foundation, nombrada en honor a su hermano fallecido en un accidente de tráfico en 2008.

El portal de internet agrega que Heigl hizo el intento de contactar a la empresa para pedir que se eliminara dicho tuit de la cuenta de la farmacia, pero la ignoraron. Eso enfureció a la estrella, que decidió emprender un juicio.

Este tipo de fotos tomadas por sorpresa mientras los artistas andan por la calle se están convirtiendo en un dolor de cabeza en Estados Unidos. De hecho, Amy Adams fue objeto recientemente de algo similar a lo sucedido con Heigl, cuando el equipo de relaciones públicas de Valentino usó una imagen de la actriz luciendo un bolso de su marca. El problema surgió cuando la firma de moda supo que la instantánea fue tomada durante el funeral de Philip Seymour Hofman. La elección tan inoportuna implicó que la firma tuviera que pedir disculpas.