Kate Winslet insumergible

ESTADOS UNIDOS.- Su carrera parecía alcanzar su cenit hace 11 años. Kate Winslet protagonizaba la película de Titanic, junto a Leonardo DiCaprio bajo la dirección de James Cameron, un fenómeno taquillero que le aseguró a la actriz su entrada al salón de la fama gracias al papel de Rose, la aristócrata que se enamora de un polizón y cuya historia de amor ha hecho suspirar a una generación de mujeres que no pueden evitar soltar una lágrima mientras escuchan My heart will go on de Celine Dion.

Las escenas finales de aquella película, con Rose perdida en altamar sobre una triste balsa mientras toca un silbato para que la encuentren, se queda grabada en la mente de miles de fanáticos, para quienes esta cinta guarda un lugar muy especial en el corazón. Pero la carrera de Winslet no se detuvo allí, ni se hundió con el barco. La rubia actriz de ojos azules ha seguido experimentando en diversas películas, que si bien no se acercan a la popularidad del Titanic, si muestran una evolución histriónica interesante en ella, quien ahora está a un paso de alzar el Oscar como Mejor actriz por The reader.

Talento en la sangre

Kate Elizabeth Winslet nació en el seno de una familia de fuertes tradiciones histriónicas. Sus padres se desempeñaban como actores de teatro y para ella el meterse en la piel de un personaje le permitía, por momentos, olvidarse del duro entorno social en que vivía. Sus compañeros en el instituto de actuación la llamaban “bola de grasa” y en su adolescencia pesó 90 kilogramos. “De chiquita y en varias épocas, ya como adulta, he sido gordita y eso me enseñó que la imagen no es lo importante”, afirma hoy una orgullosa Winslet, que sacó de aquellas burlas la entereza para convertirse en una de las actrices más completas de su generación.

Y si su debut fue de la mano de uno de los directores más importantes de la actualidad, (con Peter Jackson en Criaturas celestiales) y  su nombre se conocería por una cinta de época (Sensatez y sentimientos en 1995) sería Titanic la que catapultó Kate Winslet al nivel de super estrella. Por aquella película estuvo nominada al premio Oscar, sin embargo, no logró levantar la estatuilla en esa ocasión (ganó Helen Hunt por Mejor imposible).

Desde entonces, fueron muchas las peticiones para que volviera a trabajar con DiCaprio, pero ella afirma en una entrevista con el periódico El Mercurio de Chile, que el proyecto correcto no se presentó hasta que tuvo en guión de la cinta Revolutionary Road en sus manos: “Ambos sabíamos que no podríamos igualar lo que sucedió con Titanic y yo, además, me volví muy demandante con respecto a trabajar de nuevo con Leo. Pedía ser parte de cada una de las escenas en las que él apareciera, estar en el set todos los días que él estuviera, y que mi personaje tuviera el mismo tipo de desarrollo emocional que el suyo. No es que quisiera todo eso por caché, sino porque me parecía que así podríamos disfrutar mucho más de la experiencia y dar mucho más de nosotros como actores”.

Tras la gloria
“Claro que me gustaría ganar un Oscar”, admite por estos días entusiasmada Winslet, que con The reader y Revolutionary… ha arrasado en cuanta entrega de premios se ha presentado.

La actriz acepta que se tomó su tiempo desde el Titanic para asimilar lo que es la victoria y la derrota a nivel profesional y personal (se divorció y se volvió a casar). Pero ahora, con mayor madurez, y perspectiva de las cosas, asegura que el próximo 22 de febrero, gane o no una estatuilla, su carrera seguirá bajo las mismas reglas: Buscar la excelencia y no la fama en cada trabajo, como aseguró para la página buzzine.com: “Tengo 33 años y a medida que voy creciendo siento que los papeles que me ofrecen son cada vez más interesantes, más desafiantes. Pocas actrices pueden darse el lujo de tener estos dos papeles en su vida, y a mí me tocaron ambos en un año. En cuanto a las nominaciones, por supuesto que significan mucho. Soy humana, como todo el mundo, y me llena de orgullo que un grupo de personas, gente a la que admiro, me reconozca con una estatuilla por mi trabajo”.

La frase
“No soy el tipo de mujer que vive preocupada sobre lo que piensan o juzgan de mí. Me conduzco con mi propio ritmo”.
Kate Winslet, actriz