Julián Hernández, a mover conciencias

GUADALAJARA, JALISCO (01/MAR/2013).- Puede que ahora no tenga una película para mostrar en el FICG, pero Julián Hernández no llegó con las manos vacías al encuentro fílmico tapatío. En su agenda se viene el estreno de su cuarta película, el rodaje de la quinta, y la presentación en el festival de un documental donde participó como guionista, Quebranto, dirigido por su socio de toda la vida, Roberto Fiesco.

El nombre de Julián Hernández es bien conocido en el circuito independiente de México por sus proyectos arriesgados, aunque la fama que goza se la ha ganado en el extranjero. Hernández ha ganado en dos ocasiones el premio Teddy de Oro en el Festival de Berlín, la primera en 2003 por Mil nubes de paz cercan el cielo, amor, jamás acabarás de ser amor y la segunda en 2009 por Rabioso Sol, rabioso cielo.  Lejos de dormirse en sus laureles, el realizador asegura que los últimos años han sido de intenso trabajo.

“Estoy terminando mi cuarta película, y a punto de filmar lo que será la quinta. A Guadalajara llego acompañando a Roberto Fiesco para el estreno de (el documental) Quebranto, donde él dirige y yo participo como coguionista”, explica el director.

La fama y el nombre de Julián Hernández no han sido un trampolín para que le resulte más sencillo hacer películas. “Quebranto, por ejemplo, lo hicimos durante tres años. Se tardó en parte porque los documentales tienen un proceso distinto de creación y edición”.

“Afortunadamente –agrega el guionista del proyecto- Quebranto ganó un concurso que hace la gira de documentales Ambulante, que se llama Beca Cuauhtémoc Moctezuma. Y gracias a eso lo acabamos, con todo y que fuimos sacando apoyos, la verdad nunca”.

Quebranto es un documental que evoca la memoria y el testimonio de dos personajes: Fernando García, conocido como Pinolito, durante su desempeño como actor infantil en la década de los años setenta, y doña Lilia Ortega, su madre, también actriz.

Fernando se asumió como travesti hace algunos años y ahora se hace llamar Coral Bonelli, ambas viven en la colonia Garibaldi (Distrito Federal), añorando su pasado fílmico, mientras Coral asume con valor su identidad genérica.
 

Lo que viene

El paso por el FICG le significa a Julián Hernández una breve pausa en su agenda de trabajo. Un respiro necesario para recuperar la inspiración en pleno frenesí laboral, considera. El realizador se presentó a la jornada del viernes en el marco del festival, a donde asistió para la Master Class que ofreció por la mañana el director español Fernando Trueba.

Julián Hernández explica que ya se encuentra dándole los últimos toques a su nueva película, llamada “Yo soy la felicidad de este mundo. Ya está acabada, pero falta la post producción, que es la etapa más difícil, porque allí ya nos las tenemos que arreglar solos, sin ayuda externa”.

El director retomará en esa cinta los temas que han marcado sus producciones anteriores, “personajes que intentan entenderse a sí mismos, y saber por qué en algún momento determinado tienen la habilidad de establecer relaciones afectivas duraderas con otros seres humanos”.

Yo soy la felicidad de este mundo relata la historia “de un director de cine que tiene relaciones diversas, y en cada una de ellas trata de entender el por qué a veces funcionan las cosas, y a veces no”.

Hernández, quien también se encuentra preparando una serie de cortometrajes para televisión, reconoció que este proyecto refleja mucho de su personalidad, aunque niega que considere al protagonista como un espejo de sí. “Creo que los directores que dicen que su proyecto no tiene que ver con ellos, o que no tienen una liga con el proyecto, mienten un poco. Siempre hay algo de nosotros en cada película, siempre hay algo que nos pone en evidencia”.

“Ahora, de esta en particular, hay cosas de mí, en parte porque el protagonista hace lo que yo hago, pero no siento que sea el que más me identifique. Quizás  yo me veo más reflejado con quienes se tratan de relacionar con el director de cine”, remató el director, agregó que la película se estrenará en un festival internacional, “no puedo decir en cuál. Sólo que se habla italiano (risas)”.
 

Quebranto

Funciones:

4 de marzo 18:30 horas, Sala 5
5 de marzo 20:00 horas, Sala 5
Boletos: 35 pesos
 
EL INFORMADOR / Juan Francisco González Rodríguez