José María de Tavira, talento en crecimiento

GUADALAJARA, JALISCO.- Cuando era adolescente, José María de Tavira conoció en persona a Anthony Hopkins durante el rodaje de La leyenda del Zorro.
Al mexicano le había tocado interpretar el papel del joven Alejandro Murrieta, quien al paso de los años se convertiría en el justiciero vestido de negro, siendo interpretado por Antonio Banderas.

Entonces no lo sabía, pero ese contacto con Hopkins: “Es un lord, un caballero absoluto y una persona humilde. Cuando era la hora de comer Antonio Banderas se iba a comer a su camper y Anthony se iba con todo el equipo. Si un extra le pedía una servilleta, se paraba y se la daba. Esa humildad espero haberla aprendido”, recuerda José María.

Tavira es uno de los rostros jóvenes del cine mexicano. Se encuentra en la pantalla con Arráncame la vida y está rodando la histórica El baile de San Juan, además de estar esperando el próximo estreno de Enemigos íntimos.

¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de la actuación?
“Me acuerdo de una obra de teatro con mi mamá (Rosa María Bianchi), cuando yo tenía unos tres o cuatro años, pero comían siempre pollo rostizado. Me la pasaba jugando, pero esperara el momento justo para llegar y comer de eso”.

¿Por qué actor?
“Antes de pensar qué deseaba ser, ya había debutado en la obra ‘Clotilde en su casa’, cuando tenía siete años. Mi papá hizo una adaptación en donde salía Jorge Ibargüengoitia como boy scout y yo era él. Pero la verdad, eso me lo planteé hasta que llegué a la adolescencia”.

¿Qué dijeron tus papás?
“Nunca tuve de ellos un empujón o prohibición. Lo duro fue decidir no estudiar en México, porque no quería estar a la sombra de mi padre, tenía que ir a un lugar donde no me conocieran. Y fui a Inglaterra”.

¿Cómo sobrevivir allá?
“Mi madre fue clarividente de que me iba a Europa y quién sabe cómo le hizo, que tengo pasaporte italiano. Nacionalizamos a mi abuelo y no sé qué otras cosas, y eso me permitió pagar la escuela como europeo, que es más barato que como extranjero. Y luego para sobrevivir, trabajé como mesero”.

¿Por qué regresar?
“Como ya había hecho un par de películas antes de irme, me conocían en las agencias de casting. Me llaman para Cansada de besar sapos y me quedé, lo demás ya es historia”.

Y hasta productor de cine eres...
“¡Sí, acabo de ir al Festival de Morelia! El corto se llama Cien metros y lo hice con mi hermano Julián. Yo dirigí los ensayos y mi hermano en el foro”.