José María de Tavira amplía sus horizontes

GUADALAJARA, JALISCO.- Amable, relajado, profesional y con maleta siempre en el hombro. Es así como podría describirse al actor José María de Tavira, quien actualmente promociona la cinta Amar a morir, del director tapatío Fernando Lebrija.

En la cinta que llegará a la cartelera el próximo 9 de abril De Tavira da vida a Alejandro Vizcaíno, un joven de clase alta de la Ciudad de México, que se encuentra cansado de su entorno. Como producto de este hastío, Alejandro decide escapar de la ciudad, para llegar de manera accidentada a una playa de Michoacán en la que conocerá a Rosa (Martina García) una joven nativa del lugar que cambiará la perspectiva del joven, así como la de ella misma.  

La cinta presentada ayer en Guadalajara, continuara su ruta de promoción por varios estados de la República, entre tanto De Tavira platica con EL INFORMADOR sobre su proyectos, su faceta como productor y director, así como la crisis mundial dentro y fuera del cine.  

Una vez que estrene “Amar a morir” ¿te incorporarás a algún proyecto?

“Acabo de regresar de Nueva York porque estuve trabajando en una película independiente allá. Estuve dos meses trabajando en una cinta muy divertida, una película que sin querer serlo llega a ser una comedia y ese proceso que salió sin querer me dejó la experiencia de que al tratar de actuar de la mejor manera, que es intentando no ser chistoso, a veces sí resulta gracioso”.
 
¿Qué te motivó a aceptar la película?

“Es una cinta de bajo presupuesto pero que tendrá mucha repercusión, porque es muy neoyorquina y por los temas que trata. Es la opera prima de una cineasta inglesa con raíces de Medio Oriente, y la película retrata la vida de dicha comunidad en Estados Unidos, que a raíz del 11 de septiembre se vieron perseguidos por las estructuras de inteligencia y los que no eran perseguidos vivían en paranoia, trata sobre esa paranoia y la realidad que vive esta gente vigilada”.

¿Qué tiene de especial el filme?

“Es una cinta con bastante connotación social y además tiene un elemento que a mí me entusiasmo muchisímo; sabemos que el cine es caro y difícil de producir y tiende a estandarizar los acentos de los actores para hacerlos neutros, en esta cinta no, está hablada en seis idiomas y todos los actores tenemos acentos marcados, este elemento es parte del mensaje que la cinta quiere llevar, que es el respeto a la diversidad en todos los aspectos”.    

¿Qué planes tienes ahora que regresas a México?

“Promover Amar a morir y a finales de abril voy a retomar una película que se empezó el año pasado, pero que por la crisis tuvimos que parar. La cinta se llama El baile de San Juan y es una producción muy ambiciosa, de época, que sucede en 1790 en la Ciudad de México. Como es una coproducción europea, hay mucho apoyo a la producción en sí, pero también la complica porque hay que engranar a las productoras de todos los países”.

¿Cómo es la convivencia entre actores de distintos países?

“Muy buena, por ejemplo en El baile de San Juan, dirigida por Francisco Athié, trabajamos Pedro Armendáriz Jr., Carlos Cobos, Cassandra Ciangherotti y Marta Aura, por parte de México, y Patxi Pérez y Héctor Noas por parte de España entre muchos más. Ya filmamos tres semanas en España y aún falta filmar en México y Francia, y la convivencia con los actores mexicanos y europeos es igual. Creo que la gente que hace cine y teatro en todo el mundo es igual, se entusiasma por las mismas cosas y se dedican a estudiar y practicar durante toda su vida, que es algo que en lo personal aprendí en esta reciente visita a Nueva York”.

¿Cómo va el trabajo detrás de las cámaras?

“Como director y productor tengo un cortometraje que hice con mi hermano que lo mostramos en la pasada edición del Festival de Cine de Morelia, ahora nos toca llevarlo al Festival de Cine de Edimburgo este verano. El corto es una adaptación de una obra de teatro corta de Harold Pinter el Premio Nobel inglés y se trata de un taxista y el jefe de la base, es una conversación de radio entre los dos. La pieza es de los años sesenta y es cercana al teatro del absurdo, pero en el cine por una extraña razón fluyó, sucede de lo más natural, enseñándome que lo que en el teatro puede ser muy raro, en el cine puede ser muy casual”.

Comentas que en el caso de “El baile de San Juan” tuvieron problemas por la crisis económica, ¿actualmente cómo percibes la situación?

“Pues sí nos pego en otra producción que se cayó por cuestiones bancarias, ni siquiera por el dinero de la película sino que el dinero estaba en un banco y éste cerró. En lo personal no he visto un cambio pero estoy seguro que se va a dar de manera natural, ya que al ser el cine un medio tan caro es normal que nos pegue porque los inversionistas no va a estar tan felices de invertir en un producto en el que realmente nunca tienen una garantía por completo de que va a ser redituable. De que va ser bueno puede que sí, pero de que va a vender boletos hay pocas garantías a menos que hagas una película de Batman”.