Viernes, 22 de Noviembre 2024
Entretenimiento | Confesiones de un colombiano errante

Jorge Villamizar fluye con la corriente

El músico se encuentra inmerso en una extensa gira de promoción de su primer disco homónimo

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- Errante es la palabra que mejor define a Jorge Villamizar. Su vida tiene una serie de giros impredecibles donde parece que la música es la única constante. Fue cadete naval en Colombia en su juventud, de donde se salió porque “era aburrido y no había mujeres”. Luego experimentó el tocar en bares de Miami, posteriormente lideró al trío Bacilos a la cima de la popularidad y ahora, sólo el y su guitarra se abren paso en las turbulentas aguas del mundo artístico con su disco homónimo, Jorge Villamizar.

A la entrevista llega puntual. Camisa blanca y una suerte de corbata negra. Se sienta en una mesa y duda en pedir algo de comer. Es la viva imagen del artista que tiene que estar en todos los lugares a la vez pero con la cabeza en el estudio de grabación, un poco desaliñado pero de buen humor.

Mientras charla pide de comer pues el hambre lo vence, aunque en ningún momento para de hablar. Se las ingenia para tomarse un café con mucha leche y degustar unos hot cakes con mantequilla. “Aunque no debo ponerles nada, ni miel”, apunta. Por primera vez en muchos días se ve tranquilo, su alma errante encuentra un respiro.

¿Te imaginabas el ser solista sería como hoy?

“Yo perdí mucho las expectativas de las cosas. Realmente no me imagino cómo van a resultar, a veces las expectativas dañan las vivencias más increíbles. Si salen bien o mal, yo realmente trato de estar con el día a día, en vez de estar pensando en el futuro. Es como un vicio el dejarme llevar (risas)”.

¿Qué tan difícil es la transición de la banda a ser sólo tu en el escenario?

“Lo que yo dije fue ‘voy a hacer mi disco y le voy a dedicar un par de años de promoción’, darle a la gente a conocer la transición de Bacilos a Villamizar, pero a veces la gente está aferrada a esa imagen. Mucha gente dice: ‘¿Cómo? ya estás sólo? No es lo mismo’, y yo respondo: ‘¡Pero si compuse todas las canciones de Bacilos!’ Yo sigo aquí y es mi esencia antes y ahora más, porque es más puro, es lo que he vivido en los últimos meses”.

¿Cuál es el legado de Bacilos?

“Mucha gente creía que habíamos salido de la nada, y sentía frustración de que no se entendiera que éramos más que una banda de un éxito. Estuvimos luchando en Estados Unidos haciendo música en español por años antes de que llegara el boom de lo latino. Bacilos mostró una faceta sofisticada del latino y eso es algo que ya queda para la historia. Al menos de Miami (risas)”.

¿No llega a ser cansado el estar relacionado siempre con la banda?

“Creo que si tengo la paciencia y la consistencia lograré eventualmente que la gente no piense en mi como el ‘ex’. Eso le pasa a todos los artistas que se salen de sus bandas ¿no? Allí está El Buki, o Sting. Es más, cuando él (Sting) se salió de Police yo era adolescente y me dio rabia, hasta lloré (risas), se me hizo terrible. Todo mundo quiere ver siempre a sus bandas favoritas, pero a veces eso es imposible”.

Sobre el lado romántico de ser artista, tus temas le cambian el día a las personas para bien o para mal, lo que cantas gobierna sobre las emociones de tus fanáticos, ¿cómo lo manejas?

“No pienso mucho en eso. Soy muy complicado con todas mis ideas y trato de dar lo mejor de mí, que mi música sea honesta y de calidad, que no se haga por hacer dinero. Quizás es un error de mi parte, no pensar en qué reacciones va a causar. Hay canciones en mi disco, como Espejo que sí las pensé con un mensaje, buscando una reacción. Hay canciones que son como... nutritivas”.

La experiencia te ha hecho un tipo distinto al Jorge Villamizar de hace 10 años, ¿todavía te sientes cómodo tocando temas de Bacilos?

“Sí, hay canciones viejas que me sorprenden. A veces escucho cosas que me hacen pensar ‘qué bonito pensar así’. Tenía mucho positivismo, era mucho más iluso. Hay canciones que no me gustan y otras que me volvieron a gustar después de aborrecerlas, como Mi primer millón”.

¿No te gustaba?


“Fue un tiempo donde estaba obsesionado por lo que es cool, lo que no, y qué van a decir de ti en MTV, y hubo críticas durísimas. Ya después te das cuenta que le llegó a todo mundo y provocaba reacciones por todos lados y hasta piensas, ‘ahora como hago otro éxito’. Ahora la toco en todos mis conciertos (risas)”.

En las últimas semanas mencionaste que lo que estás haciendo ahora se engloba en la “electrova”, ¿cómo sientes que la ha recibido la gente?

“Allí va. Bueno, creo que ya me aburrí (risas). Me gusta estar experimentando con el sonido, no soy tan dogmático, no me caso con un ritmo. Es muy difícil casarse con un género, y al final del día, lo que yo hago son canciones, soy un compositor. Mis composiciones son como Barbies: bien guapas (risas) y le puedo poner el vestido que quiera”.

¿Cómo te gustaría que se titulara la nota de tu vida en este momento?


“¡No sé! Es difícil porque cada persona es tan única y son tantas cosas que nos marcan. ‘Confesiones de un músico burgués’. ¿Es un buen título? No, mejor: ‘Confesiones de un colombiano errante”.

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