Jorge Fons mantiene su visión social

GUANAJUATO, GUANAJUATO.- Le llaman maestro. Le hablan con respeto y atentos escuchan lo que opina del cine mexicano. Es egresado de la primera generación del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC). Es contemporáneo de Felipe Cazals. Ha dirigido cintas tan destacadas como Los albañiles, Rojo amanecer y El callejón de los milagros. Actualmente trabaja para la televisión y no demerita el hecho. Él es Jorge Fons, el homenajeado nacional de la doceava edición del Festival Internacional de Cine Expresión en Corto que se lleva a cabo en la capital de Guanajuato luego de cinco días de actividades en San Miguel de Allende, y quien antes de ingresar al Auditorio del Estado ofreció una conferencia magistral en la que habló de su visión del Séptimo Arte hecho en México, la diferencia entre los cineastas de su época y las necesidades básicas para una industria nacional más sana.

Ante la pregunta de EL INFORMADOR sobre las diferencias elementales entre los realizadores de su tiempo y los que ahora buscan un lugar destacado Fons responde: “Eran otros tiempos y otras condiciones. Hacer cine entonces se consideraba muy difícil (por cuestiones técnicas), no se comprendía el lenguaje cinematográfico porque conocíamos el lenguaje como cinéfilos, y eso hace al cineasta, inclusive más que las escuelas de cine. Siempre lo he dicho,  la gran escuela es ver cine. Antes se veían propuestas mundiales, el realismo italiano, el cine socialista soviético, toda la vieja guardia  francesa y también la nueva ola, el cine inglés de la generación enojada, el de Hollywood, el hecho en Latinoamérica,  el problema ahora es que los jóvenes se limitan a ver sólo lo que produce Hollywood”.

Y a pesar de la formación cultural vasta que entonces tenían los realizadores, lo cierto es que había más directores que películas al año, contrario a lo que hoy sucede, “no sabía uno por dónde”. Los cineclubes también fueron importantes –dice-. “Ahora hay más facilidad de hacer cine. Si uno quiere ponerse a prueba lo puede hacer. La diferencia también radica en que ahora la mitad de lo que se produce son operas primas, es decir que hay una gran incursión de nuevos talentos, aunado a que ahora la mujer tiene más participación”.

Con respecto a la visión social de las cintas actuales, afirmó que si hay tantas diferencias en cuanto a sus primeras películas, esto  se debe a que sus contemporáneos vivieron tiempos de lucha y quizá eso merma ahora, entonces no es posible conectar con el espectador. “Queríamos como cineastas cambiar al mundo. Había un elemento social, ahora los jóvenes no están con las pilas puestas para entender lo que sucede socialmente y eso nos hace diferentes”.

También el llamado maestro aprovechó para hacer un llamado con respecto a las condiciones de la oportunidad de exhibición de cintas mexicanas en salas de nuestro país, y exigió que al igual que antes de se diera el Tratado de Libre Comercio en 1994, que ahora se respete, se apoye y se garantice, a prueba de tiempo, la proyección de trabajos nacionales, para no dejar que la industria hollywoodense siga avasallando el mercado sin que nadie lo detenga.
 
CINCO REFLEXIONES DE FONS
1.- Los aciertos no dicen nada, son los errores lo que nos recuerdan lo que somos
2.- Prefiero la sencillez narrativa, no soy de artilugios, me rebasa la tecnología
3.- Soy receptivo a los cambios, pero la tecnología me rebasa
4.- Es necesario que se garantice en México la exhibición del cine nacional, a prueba de tiempo
5.- Las películas se hacen para los demás y se debe ser claro para llegar al público
 
EL INFORMADOR / Altagracia Lizardo Medina, enviada