Irrumpen ''Las Arpías'' con sus intrigas

GUADALAJARA, JALISCO. Ofelia Medina, Adriana Fonseca, Victoria Ruffo, Magda Guzmán, Ana Patricia Rojo, María Rubio, Patricia Reyes Spíndola y Niurka Marcos, según anunciaba el cartel, serían las ocho actrices encargadas de llevar a los espectadores a las entrañas de una historia marcada por un asesinato, que bajo la dirección de Humberto Zurita lleva por título Las Arpías, sólo que las tres últimas fueron sustituidas, ayer en las dos funciones que ofrecieron en el Teatro Diana, por Luz María Jerez, Alejandra Procuna y Ariadne Pellicer.
En la primera función, y luego del anuncio de dicho cambio momentos antes de iniciar, algunos de los asistentes expresaron su sorpresa, y un poco de descontento por el cambio. Ante el imprevisto suscitado -para los espectadores-, los primeros minutos de la puesta en escena fueron tibios. Sin embargo, bastó que Pellicer comenzara a entregar su actuación para que casi de inmediato consiguiera la aprobación de los presentes. Después fue Procuna, quien en su papel de la tía, provocó una respuesta positiva para con su desempeño. Así, una a una, fueron mostrando sus tablas actorales para con el montaje que ya había visitado nuestra ciudad.

El corazón de la historia
Un hombre muerto, una casa de campo, una familia llena de secretos e intereses disímiles para con el fallecido enmarcan lo que las mismas Arpías llamaron en algún momento como ronda infernal, donde la violencia psicológica tiene cabida.

Despiadadas, crueles y violentas, pero presumiendo un humor ácido y lleno de intrigas es que las mujeres que cuentan la historia que supervisó Humberto Zurita al montar la propuesta teatral, dejan ver sus sueños, sus frustraciones y sus cuentas pendientes en las casi dos horas, con su respectivo intermedio, que dura la obra.

Gabriela, interpretada por Victoria Ruffo, es la no deseada y la más criticada. Susi (Ana Patricia Rojo) es la interesada por su propio bienestar. Eva, ama de llaves (Magda Guzmán) luce como la más ecuánime. Gina (Adriana Fonseca) presume ser la hija mimada, mientras que Mariana (Ofelia Medina) hace gala de su doble moral.

La tía “quedada” (Alejandra Procuna), lejos de ser patética por su posición en la familia, hace que su situación la disfrute el público gracias a su manipuladora ingenuidad, sin olvidar la mancuerna de ésta -por momentos- con Ariadne Pellicer, la empleada doméstica, quien logró convencer a los espectadores que la ausencia de Niurka no haría mella en el montaje. Luz María Jerez, a quien pocos identificaron por su caracterización como anciana, también tuvo lo suyo y recibió el reconocimiento de la audiencia.

Al final, y a pesar de los constantes timbres de teléfonos celulares que se escucharon aún en los momentos más dramáticos, el público salió contento de la puesta que incluyó misterios, una atmósfera gris, lluvia y relámpagos para hacer de Las Arpías una catarsis, cómica y delirante por momentos.