Irán politiza el festival

BERLÍN, ALEMANIA. El director de cine iraní Jafar Panahi no pudo llegar a Berlín para participar en el Festival Internacional de Cine, al cual estaba invitado, ya que su gobierno le negó la autorización para salir del país, anunciaron el martes los organizadores.

El director de la Berlinale, Dieter Kosslick, declaró mediante un comunicado que “estamos sorprendidos y lamentamos profundamente que a un cineasta que ha ganado tantos premios internacionales se le niegue la posibilidad de participar en esta edición  de aniversario de nuestro festival para presentar su visión del cine”.

Jafar Panahi se encontraba invitado para participar en un debate titulado “Cine iraní: presente y futuro”, pero no obtuvo la visa de salida.

“Él debía estar aquí. Es ridículo pensar que se puede impedir a la gente decir lo que piensa”, comentó otro cineasta iraní, Rafi Pitts, quien llegó ayer a Berlín para presentar su película El cazador, en concurso por el Oso de Oro.

Realizador, guionista y productor de 49 años, Jafar Panahi ganó un Oso de Plata en la Berlinale de 2006 con Penalti y un León de Oro en la Mostra de Vencia seis años antes con El círculo.

Conocido por ser bastante crítico hacia el gobierno conservador iraní, ya se le había impedido salir de Irán a mediados de octubre, así como a la actriz Fatemeh Motamed Aria que lo acompañaba.

A fines de julio pasado fue detenido con su familia en un cementerio de Teherán donde estaban reunidos los partidarios de la oposición que rendían homenaje a los manifestantes muertos en los disturbios que siguieron a la elección presidencial controvertida del 12 de junio. Fue liberado poco después. Pese a su éxito internacional, la mayoría de sus películas han sido censuradas en Irán.

Pitts alza la voz
Quién no se quedó callado fue el director iraní Rafi Pitts, que tomó el papel de voz de sus colegas silenciados en Irán, un país “maravilloso” pero “necesitado de diálogo”.
Explicó que su cinta, El cazador, tuvo que adoptar un tono suave para evitar la censura por parte de las autoridades. “De haber explicado más, me habría cerrado muchas puertas”.
El filme presenta la historia de un padre que pierde a su esposa y su hija de siete años en un tiroteo entre policías y manifestantes y se convierte así en francotirador y asesino de dos agentes.

Rafi Pitts explicó que “tenía el guión meses antes de los acontecimientos violentos del pasado junio. Había conseguido los permisos para rodar cuando ocurrió todo. Tal vez habría podido aprovechar para mostrar más, pero no habría pasado la censura y además lo mío no es reflejar como un espejo, sino dejar al espectador sacar sus conclusiones”.

Sobre la situación que se vive en Irán, el director prefirió matizar sus opiniones, sin esconder de cualquier forma la crítica: “Mi país es maravilloso, pero muy complejo. Más del 70 por ciento de la población tiene menos de 30 años y no vivió la revolución (islámica). Yo no soy político ni pretendo explicar a los políticos el camino a seguir. Pero estoy convencido de que mi país necesita el diálogo con la oposición”.