Ingrid Coronado, en estado perfecto

GUADALAJARA, JALISCO (12/JUL/2010).- Algo de trabajo, algo de suerte y algo de amor. Ingrid coronado no conoce las cantidades exactas, pero esos son los tres elementos que considera fundamentales para el buen momento que ahora atraviesa.

Hoy comienza una nueva etapa con Venga la alegría, revista matutina de TV Azteca a la que regresa tras un paréntesis en el que formó un hogar con Fernando del Solar, con quien trabó amistad y posterior romance justamente conduciendo este programa hace años.

Ahora las cosas han cambiado, y Coronado, mamá de dos niños, se presenta de nueva cuenta en pantalla en el rol de una feliz madre y mujer.
El trayecto a lo que define como un “momento perfecto” en su vida quedó pavimentado por años de esfuerzo y constancia profesional. Aunque se sabe como una de las “cartas fuertes” de la televisora del Ajusco afirma que no se duerme en los laureles, al contrario, prefiere seguir trabajando fuerte y metiéndose al máximo en los proyectos. ¿La meta? Eso a ella no le preocupa, prefiere disfrutar el camino.

— ¿Cómo defines este momento particular en tu vida?
— Estoy en el momento más perfecto de mi vida, uno que ni soñando lo habría imaginado. Como que todas las cosas por las que estuve luchando, lo que estuve sembrando, ahora lo cosecho. Me siento extremadamente feliz (risas).

A cuadro te vez relajada, ¿así eres detrás de cámara?
— Lo soy (risas),  pero la gente que ha trabajado conmigo en cada programa puede decir que a veces soy un poco como cuchillito de palo. Soy muy obsesiva con mi trabajo, muy perfeccionista.

— ¿Te costó llegar hasta donde estás ahora?
— Me costó, sí, pero tampoco me da pena decir que soy afortunada, no soy de las personas que ha tardado años o siglos en tener un programa de televisión. Ahora, si me hubieran dicho que iba a estar haciendo lo que estoy haciendo ahorita, habría pensado que me están contando una broma.

— ¿La Ingrid de hace 10 años se imaginaba haciendo otra cosa?
—  Totalmente. Estar donde me encuentro ahora es un sueño que yo veía como eso, un sueño muy lejano, algo que imaginé que jamás alcanzaría y ahora lo vivo. Por eso cuando me preguntan que cuál es mi sueño o qué planes tengo, digo, ‘¿para qué planeo?’ (risas), la vida hasta ahora me ha dado más de lo que he soñado. Me siento muy afortunada.

— ¿Cuál es el secreto para la plenitud profesional?
— Creo que tiene que ver con cuidar el aspecto privado. Por ejemplo, en el lado personal sí he sembrado mucho. Porque vengo de relaciones que a lo mejor no eran lo mejor para mí o para mi hijo (Emiliano, producto de su relación con el músico Charlie, ex Garibaldi). El haberme encontrado con Fernando (del Solar) a nivel personal y profesional es lo mejor que me ha sucedido en toda la vida. Y tener ahora a mis hijos lo complementa.

Eres una conductora exitosa, casi con “marca perfecta”, pues ninguno de tus programas se ha cancelado...
— ¡Sí! Creo que con los programas de televisión podría presumir que he tenido buena mano. Me han propuesto proyectos que no he tomado por diferentes motivos. Siempre he visto qué  tipo de show son y si me laten, voy. Afortunadamente todos mis proyectos en televisión me han funcionado hasta ahora.

— ¿Qué cosa ya no aceptarías hacer?
— (Hace una pausa) Una cosa que ya no haría otra vez es aparecer en revistas con poca ropa. Eso sí ya no me interesa hacerlo. Lo exploré, fue divertido en su momento. Quizá saque las revistas cuando esté viejita y le diga a mis nietos, ‘miren, así estaba cuando era joven’ (risas). Es algo que no haré jamás, tengo mil razones para no intentar algo así de nueva cuenta.

— ¿Qué va a estar haciendo Ingrid Coronado en cuatro años?
— ¡Voy a estar en Brasil! Me voy con Fernando a la Copa del Mundo de 2014, que se va a celebrar allá. Creo que en dos años lo que estaré haciendo es ver con quién encargo a (sus hijos) Emiliano y Luciano (risas). Ése es el único proyecto que tengo a largo plazo.

EL INFORMADOR/ Juan Francisco González Rodríguez

Venga la alegría / Azteca 13 / 09:00 horas