LONDRES, INGLATERRA (31/AGO/2017).- Las puertas del Palacio de Kensington se llenaron de tributos florales, fotografías y mensajes personales mientras Gran Bretaña conmemora el jueves el vigésimo aniversario de la muerte de la princesa Diana.Poco antes de las 08:00 horas locales en Londres, los peatones se detenían delante de la verja del palacio de Kensington, donde vivía, para observar las numerosas fotografías de la todavía muy popular princesa de Gales. Algunos depositaban flores entre las decenas de ramos que ya había o se detenían para recordarla frente a las letras de su nombre hechas de flores blancas y rosas."Inolvidable", rezaba el mensaje que dejó un hombre, vestido con un traje estampado con la bandera británica. "Siempre en nuestros corazones. Tu buena obra será perpetuada por tus hijos", decía otro cartel.Las semanas previas al aniversario luctuoso de Diana han transcurrido en un ambiente de reflexión en Gran Bretaña mientras el público recuerda a "la princesa del pueblo" y considera sus contribuciones al país y la monarquía.Sus hijos, los príncipes Guillermo y Enrique rindieron homenaje a su madre el miércoles en el Palacio de Kensington, su antigua casa, visitando el jardín por el que solía pasear. Este jueves, han decidido pasar esta fecha en la intimidad, después de honrar a su madre a través de un reciente documental en el que hablaron de su legado y personalidad y mostraron fotos inéditas de la familia.La muerte que conmocionó al mundoHace justamente 20 años, el Reino Unido amanecía con la noticia de la muerte de Diana -divorciada del príncipe Carlos y heredero a la corona británica- en un accidente de tráfico en París mientras viajaba con su amigo Dodi Al Fayed, quien también perdió la vida, durante un intento por escapar de la agresiva persecución de los paparazzi.La noticia del accidente, en el que también murió el conductor Henri Paul, llegó al Reino Unido sobre la 01.00 hora local cuando la princesa estaba con vida y hospitalizada, aunque se sabía que había sufrido heridas muy graves en la cabeza.Pero la confirmación de su muerte llegó unas dos horas después de fuentes reales, mientras Guillermo y Enrique pasaban las vacaciones con su padre, el príncipe Carlos, y sus abuelos -la reina Isabel II y el duque de Edimburgo- en el castillo escocés de Balmoral."Revolucionaria" Desde el fatídico 31 de agosto de 1997, niños, adultos y ancianos, unidos con flores, empezaron una peregrinación de seis días hasta el palacio de Kensington y el de Buckingham para rendir homenaje a una mujer sobre la que sentían una admiración que rozaba la obsesión.Hasta el día del funeral -el 6 de septiembre de 1997 en la Abadía de Westminster (Londres)-, el Reino Unido vivió seis días que transformaron a la monarquía, vista como distante y fría.Algunos quisieron recordar el trágico suceso el miércoles por la noche, bajo la lluvia, en un lugar cercano al túnel parisino, que se convirtió al momento en un lugar de homenaje.En las cadenas que circundan el pequeño monumento (una réplica de la llama de la Estatua de la Libertad de Nueva York), había enganchados cientos de candados, mientras que varias decenas de ramos de flores y fotografías de la princesa rodeaban la llama.La histeria colectiva que provocó la muerte de Diana forzó a Isabel II a romper su silencio para viajar desde Escocia al palacio de Buckingham, del que salió caminando para ver el mar de flores, en un acto sin precedentes y que sorprendió a todos.Forzada a responder ante tanta tristeza, la soberana se colocó ante una cámara de televisión y emitió, en directo, un mensaje a la nación para manifestar, "como vuestra reina y como abuela", su profundo pesar por la muerte de Diana de Gales.Con información de agencias.