Homenaje a Alí Chumacero “El poeta es el pastor de la palabra”

GUADALAJARA, JALISCO.- “Admiramos al poeta como el ser privilegiado que aborda sentimientos en común con su contemporáneo. Cuanto más grande sea su inspiración, más despertará la conciencia. La poesía es una confrontación con el mundo con vocablos sobre los que se asienta nuestra condición de peregrinos; es reducir a sílabas el misterio de la naturaleza y contar la gracia de las desdichas. El poeta es el pastor de la palabra, artista guardián inteligente de nuestras emociones”, fueron las palabras con las que el poeta nayarita Alí Chumacero respondió el viernes por la noche al último homenaje en su honor -el segundo en Guadalajara- realizado en El Colegio de Jalisco a propósito de su nonagésimo aniversario.

Presto a los elogios de los que compartieron el presídium con él (Jorge Souza, titular de la Dirección de Cultura; y los escritores Fernando del Paso, Jorge Esquinca, Carlos Montemayor y Marco Antonio Campos), Chumacero agradeció los honores, a través de su persona, “a un práctica literaria ejercida con insistencia y continuidad”.

Campos, quien aseguró que “Alí es un ejemplo de cómo vivir y anhelar conocerlo todo; es un poeta que quiere totalizar el conocimiento”, se refirió a la obra del nayarita como crepuscular, llena de una inventiva asombrosa y de un rigor desesperado.

“Celebrar a un poeta requiere de un gran esfuerzo. Un pueblo que exalta a sus poetas, es un pueblo que se exalta a sí mismo; que los acompaña mientras vive y que los recuerda cuando se ausentan. Grandes momentos de grandes pueblos están aparejados a la voz de grandes poetas”, mencionó Carlos Montemayor, reconociendo en la labor editorial y poética de Chumacero una trascendencia benéfica a la vida cultural contemporánea de México.

Quizá una de las voces más esperadas de la noche, la del escritor tapatío Fernando del Paso, se limitó solamente a leer tres poemas del vate, pues dijo no saber escribir acerca de poesía. Así, Pensamiento olvidado, Poema de amorosa raíz y Responso del peregrino, fueron pronunciados con cadencia por Del Paso al público que llenó el auditorio de El Colegio de Jalisco.

“Reconozco el entusiasmo, de la mano con el acierto, en los que la predilección por las emociones se convierten en signos válidos. Y el amor por la lengua se transforma en páginas que pretenden perdurar. 90 años no son muchos si se ha vivido la vida con un disfrute pleno, sin dejarse arrastrar por las vanidades. Ante lo que sucede a nuestro alrededor, comprendemos que el arte forma un muro de contención y su esplendor radica en el hombre que pervive más allá de las cenizas corporales”, finalizó el homenajeado agradecido con los que compartieron con él “estos inolvidables momentos”.


EL INFORMADOR * A. MENDIETA