Sábado, 15 de Febrero 2025
Entretenimiento | El cine, el teatro y la televisión le han brindado grandes satisfacciones

Hernán Mendoza en el laberinto de la ficción

El actor cierra un año donde el cine, el teatro y la televisión le brindaron grandes satisfacciones

Por: EL INFORMADOR

Hernán Mendoza estuvo en Guadalajara y presentó Tennessee, en el marco de la FIL 2012.  /

Hernán Mendoza estuvo en Guadalajara y presentó Tennessee, en el marco de la FIL 2012. /

GUADALAJARA, JALISCO (30/NOV/2012).- Después de una larga carrera actoral, que profundiza en el teatro, abraza a la televisión y coquetea con el cine. A Hernán Mendoza le llega un momento muy interesante en términos del público que recibe su trabajo, con la película Después de Lucía, de Michael Franco, filme premiado en Cannes y perfilado a los premios Goya y ni más ni menos que al premio Oscar.

Él, sin duda, sigue trabajando, adelanta en esta entrevista que en 2013 estrenará la película Cuarta compañía, dirigida por Amir Galván y Vanessa Arreola y, si todo sale bien, comenzará a grabar telenovela en Azteca, compañía con la que recientemente terminó Amor cautivo. El próximo año también estrenará Señor Ávila, una producción para HBO de la que está al frente Billy Rovzar.

Estuvo en Guadalajara. Presentó Tennessee, en cuerpo y alma, en el marco de la FIL. La obra es dirigida por Francisco Franco, con un elenco que incluye a Mendoza y a la actriz Itatí Cantoral. Se llevaron a cabo dos funciones en el Foro CEPE de la Universidad de Guadalajara.

Tennessee... se ha presentado en la Casa del Lago de la UNAM. Mendoza se confiesa contento “en mi caso encontré varias cosas que me hicieron mucho bien y que a nivel actoral me llevo para la Casa del Lago”, señaló en entrevista. Sobre la historia escrita por Ximena Escalante, agrega: “Me parece que Tennessee era una persona muy interesante, con muchos fantasmas, muchas inseguridades. La obra de Ximena usa a Tennessee como un pretexto, no trata de él, trata del bloqueo creativo, dijo en vida que para él todos los escritores vivían en bloqueo creativo y de eso trata la obra(...) Lo que es maravilloso es que el bloqueo les pasa a los humanos en general y finalmente el mensaje es que la salida es hacerlo, él simplemente escribe, vive y vas a salir”.

—¿Cómo terminas este 2012?

—Para mí, en este 2012 se juntaron cosas muy buenas que me están dando una proyección que no tenía. Siempre me ha ido muy bien en el trabajo, desde hace 25 años. Me he dedicado a hacer teatro, un poco de tele y cine menos. La película Después de Lucía ha sido un escaparate para mí.

—Que de alguna manera los actores buscan eso.

—Pues mira, de joven buscaba eso, ser reconocido, y sufría un poco porque no lo era y llegó un momento en que dije: “hago esto porque me gusta” y en ese momento empezaron a reconocerme. En el teatro me empezó a ir muy bien... Y si te dedicas a lo que amas, lo vas a hacer bien.

Después de Lucía fue un fenómeno mundial, los franceses la amaron, les pareció un peliculón, está siendo un golpazo y eso es algo que ninguno nos esperábamos, pasó lo mismo que te dije, queríamos hacer una película con todo corazón para sentirnos a gusto con nuestro trabajo, y empezó el premio de Cannes, festivales, premios y el furor en México. Está perfilada para ir a los Goya y a los Oscar, qué más... pues se puede ir y ganar.

La película es tan fuerte, tan cruda, tan real. Ayer, un compañero del teatro, un técnico, me comentó que se había salido de la película... se salió porque se puso a llorar, claro, tiene una hija de 14 años y fue para él un shock que no pudo soportar. De esta película te puedes salir o quedar hasta el final pero no pasa desapercibida.

—¿Esperas algo más de esta película?


—No, mi trabajo terminó. Esperaba, como todos mis trabajos, que si yo lo veo no diga qué horror. Me creo. Y si yo me creo ya estoy del otro lado, lo demás son consecuencias, y si viene algo pues bienvenido. Soy muy autocrítico con mi trabajo.

—Eres un actor que también ha elegido diversos lenguajes, cine, teatro y televisión, ¿qué te deja cada uno?

—Las tres ramas me encantan; te dan y te quitan cosas. Siempre me fijo en lo que te dan, y el teatro me da, indudablemente, una posibilidad de clavarme dos horas en una ficción sin ser interrumpido, teniendo la reacción del público ahí, inmediata, eso es algo hermoso.

La televisión es un reto absoluto, porque tienes que hacer 30 escenas en un día y tienes que resolver pero bien, a mí me gusta usar apuntador, me cuesta mucho trabajo aprenderme los textos que aparte dicen lo mismo, así es el formato, se hace para que la gente, aunque no vea un capítulo, al día siguiente pueda entender de qué se trata, sí tiene un porqué, usar apuntador es un arte(...) Me divierte mucho.

El cine tiene una onda como sexy, muy cuidado para hacer una toma, se tardan dos horas montando la luz y finalmente tu rostro se ve de 20 metros, se cuida mucho y lo que más me gusta es que me ayuda a interiorizar y a actuar del corazón, para el teatro tengo que mostrar lo que siento para que la última butaca lo vea, y en el cine tengo que sentirlo nada más porque la cámara lo ve, si muestro lo que siento se ve gigante.

—¿Qué importancia tiene para ti la televisión en México?

—Hay una realidad, la televisión en México es lo más importante que existe como medio, la gente puede no ir al cine ni al teatro, pero en medio de un pueblo sin carretera puedes ver una tele. La responsabilidad de la televisión desgraciada o afortunadamente, depende de lo que pongas, es tremenda. Lo que salga en la televisión para los mexicanos es nuestra verdad, es un poder que está en manos de pocas personas. Debería haber más canales abiertos, menos monopolios, para que el mexicano pueda decidir qué ver.

—El Patio de tu casa es México, ¿cómo está ese patio?

—Está adolorido, está con miedo, está inseguro, pero como siempre con mucho corazón, con ganas de darle vuelta a la página y seguir adelante, los mexicanos somos luchones. Nos da miedo, inseguridad, pero nos acostumbramos y seguimos para adelante, nos falta tener más cultura yo creo. Veo un México herido, inseguro. Un México donde los pobres son muy pobres y los ricos son muy ricos y los de en medio pagamos impuestos(...) Los que más padecemos somos los clasemedieros y tenemos que entrar a los impuestos, a las multas.

—¿Qué género es México?

—Tragico-mágico-cómico músical.

—¿Quiénes son los mexicanos que hay que voltear a ver?

—Hay que voltear a ver a todos los que usan su corazón para hacer lo que les gusta, a los que les gusta la justicia, la paz. No hace mucho vi un video en YouTube, de un mexicano que trató de detener a un loco pistolero en el metro, se le aventó y no pudo agarrarle la pistola y el pistolero lo mató, pero ese impulso de este mexicano lo hizo por el bien de todos, se jugó la vida por el bien de gente que no conoce, él tenía su familia y gente que lo esperaba en su casa y murió por salvar a gente inocente y los demás corrían(...) Esos mexicanos que se la rifan hay que voltear a ver.

—¿Para qué sirve contar historias?

—Yo lo uso como terapia(...) Está fuerte, justamente este técnico que te cuento me decía que mi actuación, no sé cómo, lo hizo cambiar. Y qué padre que viendo algo puedas “espejear”, enriquecer tu vida, eso se me hace mágico de contar historias. Sirve para que otro la vea y diga: “claro, es por ahí...” reflexionar sobre lo que cada quien vive.

—¿Qué historia te falta por contar?

—Tengo ganas de escribir guiones y hacer cine como director, y ahí contar historias desde mi punto de vista. Siento que me gusta mi forma de pensar la vida, de pensar las cosas que me suceden y tengo la curiosidad de si puedo lograr expresar eso con una película y que alguien se identifique.

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