Gusta, pero no apasiona

GUADALAJARA, JALISCO (23/MAY/2015).- La única película hispana en la competición de Cannes, la mexicana “Chronic”, de Michel Franco, fue recibida ayer con aplausos no demasiado entusiastas en su primera proyección.

La película, que se centra en un enfermero (Tim Roth) que cuida a enfermos terminales, gustó pero no apasionó como sí lo hizo hace tres años “Después de Lucía”, con la que Franco obtuvo el premio principal de la sección “Una cierta mirada”.

“Chronic” es la historia de un hombre sin emociones, que se preocupa en extremo por los pacientes a los que cuida, que son en cierta forma su familia.

Impasible durante todo el metraje, el personaje de Roth es más complejo de lo que en un primer momento parece, pero la narración del cineasta mexicano parece haberse contagiado de la falta de emociones del protagonista.

Aunque muy interesante, la falta de tensión dramática es el punto débil de una película que reflexiona sobre la eutanasia, la familia y las relaciones humanas.

“Chronic” es el penúltimo filme en ser exhibido en la competición de Cannes, que cerrará hoy las proyecciones con “Macbeth”, protagonizada por Michael Fassbender y Marion Cotillard.

La muerte como inspiración

En la edición 2015 de Cannes, la muerte, la vejez y el final de la vida inspiraron a los cineastas, entre ellos varios aspirantes a la Palma de Oro como “Youth” de Pablo Sorrentino, “Mia Madre” de Nanni Moretti y “Chronic” del mexicano Michel Franco.

En el caso particular de “Chronic”, ésta muestra un retrato realista de un enfermero de Los Ángeles interpretado por Tim Roth dedicado a acompañar a pacientes en estado terminal y al que una enfermera con cáncer le pide que la ayude a poner fin a sus días.

“Quise hacer el retrato objetivo de la inmensa complejidad de esos momentos de la vida”, explicó el director mexicano Michel Franco, que tuvo la idea de hacer el filme al ver a su abuela postrada durante meses antes de morir.

La vejez y el final de la vida, una preocupación muy presente en nuestras sociedades en las que aumenta la esperanza de vida, no eran temas totalmente nuevos en Cannes.

En 2012 la película “Amour” de Michael Haneke, que mostraba la inexorable decadencia de una pareja de octogenarios confrontada a la enfermedad, ganó incluso la Palma de Oro.