Gucci estrena aroma

CIUDAD DE MÉXICO (07/NOV/2012).- Cuando la alfombra roja da inicio, los fotógrafos se aglutinan frente a las estrellas y los flashes que lanzan las cámaras sólo hacen que el brillo de los vestidos lujosos se levanten para saludar. Ahí, en medio de la fama y el glamour, una actriz se vuelve intérprete de su propia historia de éxito, y quien sabe cómo vivirlo es la modelo e histriona Blake Lively, quien es la imagen de Gucci Première, la fragancia que retrata la época de oro de Hollywood personificando la fuerza, el éxito y la elegancia metida en un frasco.

Grace Kelly y Audrey Hepburn son las musas de esta chica, quien a su vez es seguida por muchas jóvenes que la ubican por su papel en Gossip Girl, donde era la fashionista de cuerpo perfecto y rubia cabellera. En ellas encuentra, dice, la fuerza incluso superior a la de cualquier hombre, la sensualidad, feminidad y elegancia. Vestida con todo eso fue que acudió a la histórica residencia Sheats Goldstein, una de las locaciones más famosas de Beverly Hills. La vista única de la ciudad le ayudó a meterse en el papel de una mujer que se prepara para la alfombra roja en un lugar de la ciudad de Los Ángeles, sellando su look con la fragancia Première.
Los invitados

Mert Alas y Marcus Piggott fueron los fotógrafos que lograron que la campaña fuera "casi como una película de noche, pero con un toque moderno". El vestido, el maquillaje y la fragancia agregan confianza en esta mujer, quien asegura, se enamoró de la combinación de notas porque "Gucci Première representa un momento, ya sea en una alfombra roja o en una cena con las personas que amas, me hace recordarlo".

Convertida en toda una sirena, enfundada en un vestido dorado, Blake se asoma por la ventana emocionada por la noche que le espera, así fue como le indicó Nicolas Winding Refn, director del criticado y aclamado thriller Driver (2011), por el cual fue premiado como mejor actor en el festival de cine de Cannes en 2011.

La fragancia
El frasco nuevo de Gucci no podría tomar referencia en otro color, más que en el dorado, para mostrar el lujo desbordado. Su diseño, dicen, retrata el ‘glamour' de los Oscar, dando la sensación de un objeto codiciado. Cuando se quita el tapón, en el cual se entrelaza una medalla con el símbolo de Gucci, se desprende la fiesta de notas maderosas y almizcladas. La entrada es bergamota y flor de naranjo, así que abre exuberante, cual botella de champaña. En el corazón tiene flores blancas y almizcle, con una salida de cuero y madera que da la densidad y seducción, sin duda, una obra que respalda esta famosa marca.