Gerardo Naranjo, con la mira en Venecia

GUADALAJARA, JALISCO.- Gerardo Naranjo entiende el cine de un modo diferente al de sus colegas directores. Ve sus historias pintadas en un tono distinto. Los urbano desaparece en sus guiones, pero el caos y las emociones citadinas permanecen. Quizá esta cualidad para imprimir emociones tan vivas en medio del caos sea su principal sello.

Se divierte provocando polémica. Drama/Mex, su primer filme, no dejó indiferentes a los espectadores. Quienes lo vieron tuvieron dos opiniones bien definidas: Amaban la cinta por ser un ejercicio de arriesgado realismo, o la aborrecían. Esto a Gerardo Naranjo no lo detuvo, no se quedó a leer reseñas y prefirió preparar su siguiente proyecto: Voy a explotar.

La película todavía está lejos de llegar a las salas de cine en México, pero logró que el Festival Internacional de Cine de Venecia la incluyera dentro de la sección de Horizontes.

Entrevistado por EL INFORMADOR, Naranjo explica su forma de ver el cine, el proceso creativo detrás de Voy a explotar y cómo toma la responsabilidad de ser el único mexicano en el festival veneciano.

En el pasado definiste a “Drama/Mex” como una cinta con muchas voces, muchos personajes, ¿cómo es “Voy a explotar”?
“Voy a explotar es un película mucho más enfocada a los sentimientos de dos personas, es una película muy intimista. Quise irme en una dirección diferente a Drama/Mex para demostrar que somos capaces de hacer otras cosas; ahora juego con los símbolos de la rebeldía, en especial ese concepto nos han vendido como algo ‘divertido’ y en realidad tiene un lado muy duro, la pagan”.

¿De qué se trata?
“Es un diario intimo de dos jóvenes, un chico y una chica de 15 años que se escapan de la sociedad y tienen un proceso de transformación. Todo lo hacen bajo la bandera de la rebeldía, creen que es una travesura y en ese proceso despiertan su intimidad, sus emociones. Terminan con grandes consecuencias y con una tragedia muy cruda”.

¿Tú también eras rebelde?
“La historia no es autobiográfica, pero hay cosas dentro de ella donde me siento un poco reflejado, pero yo fui más cobarde y atarantado que mis personajes (risas)”.

En el aspecto técnico, ¿qué áreas se mejoraron?
“Drama/Mex fue muy especial, pero Voy a explotar fue realizada ‘como se debe’. Quiero decir que ahora ya contamos con mejores aparatos y facilidades. Hay una mayor calidad en la imagen y en otras cosas técnicas, por ejemplo, el sonido es mejor, no es austero o casero como en Drama/Mex.
Lo que conservé fue al equipo humano, no quería perder el sentido del ambiente familiar detrás de cámaras. Otra cosa que se queda es la intimidad en la historia, esa sensación de que es una película casera”.

Ni tan casera, ahora reuniste a grandes de la actuación como Daniel Giménez Cacho y Rebeca Jones

“Si, el elenco se reunió gracias al interés que tienen los actores por hacer cosas diferentes. Por ejemplo, Daniel (Giménez Cacho) se acercó a la producción, le interesaba trabajar conmigo y ese es un honor increíble. Rebeca Jones es una mujer que admiro mucho, es mi musa, la diva que admiré desde Cuna de lobos”.

Pero también hiciste una intensa labor de “casting”
“Ya tenía a los primeros actores, pero quería también gente desconocida, con actuaciones muy instintivas. Me fui a buscar dos chavos de 15 años por todos lados, fui a Guadalajara, Monterrey, Acapulco y el Distrito Federal. Después de ver a cuatro mil jóvenes, me decidí por dos que nunca habían actuado. (María Deschamps y Juan Pablo de Santiago)”.

¿No te da nervios comandar a la única producción mexicana que viaja a Venecia?
“Sé que vamos como el único representante de México, aunque también va Guillermo Arriaga con una película que se rodó en Estados Unidos (The Burning Plan). Entiendo que hay una responsabilidad, pero trato de no verla de una manera negativa. Sé que lo que haré me pone en riesgo con el cine comercial. Sé que lo que hago tiene algo de resonancia, pero todo eso me da fuerza y me interesa no aplicar los estándares tradicionales en lo que cuento. No me dejo de divertir con lo que hago”.

Los datos:
* La película Voy a explotar. costó poco más de un millón de dólares
* El próximo proyecto de Naranjo podría estar nuevamente fuera del DF, incluso fuera de México.
* 35 milímetros es el formato que usó para rodar la cinta.
* Ahora se aprecia música de fondo y narrador.