Franco de Vita se ampara en la verdad

GUADALAJARA, JALISCO.- A cierta edad y con un buen ganado prestigio las apariencias ya no son necesarias. Por eso Franco de Vita se da muchos lujos, convertido en una de las mayores luminarias que ha brillado en el género de la música en el último cuarto de siglo. Sigue cantando cosas nuevas a pesar de que varios de sus temas han roto la barrera del tiempo y se han ganado un lugar entre los clásicos. Sigue haciendo giras por toda América cuando muchos de sus contemporáneos ya ven sus grandes momentos editados en discos recopilatorios.

De Vita es, a grandes rasgos, uno de los últimos de su tipo. Aborda el amor y la crítica social de la misma manera que lo hacía hace un par de décadas, aunque acepta que ahora “a mi edad, es mucho más difícil componer canciones, porque es más complicado tener ideas buenas, sobre todo para alguien que no es escritor, sino músico”.

Se presenta informal ante la prensa. Tal cual es, con ropa casual y tenis. Llega algo tarde por el tráfico pero con una sonrisa muy segura y cuando se sube al escenario, el teclado se fusiona con sus manos. Es la imagen de la comodidad, o como se llama su disco, irradia Simplemente la verdad.


Enamorado de la honestidad
El músico nacido en Venezuela pero de ascendencia italiana acepta que con Simplemente la verdad alcanzó un equilibrio que le tomó cuatro años encontrar. “Me siento satisfecho con el material, creo que hicimos, yo y mis músicos, un muy buen trabajo”.

Sumamente autocrítico, De Vita acepta que Simplemente... es un disco al que todavía le guarda un enorme cariño. “Generalmente cuando grabo algo, lo dejo de escuchar casi de inmediato. Con mi nuevo material no me pasa. Lo pongo entero, me gusta mucho” remata con una sonrisa, aceptando que no será fácil superar trabajos anteriores, con temas como No basta que ya se quedaron perpetuamente circulando en las frecuencias radiofónicas: “He sido un hombre muy afortunado, mis canciones tienen un lugar importante para el público. Me gustaría, eso sí, que mi música estuviera en muchas partes del mundo donde ahora no está, como Europa”.

Piensa que si tuviera que poner una regla que ha marcado a su carrera, esa sería el no haberse tomado nunca su trabajo con frivolidad. Lejos de las fiestas, las luces, el reconocimiento superfluo o la adulación fácil, De Vita siente que el compromiso con el músico es con su profesión y el público. “Tal como el nombre del disco, simplemente la verdad es que defiendo lo que quiero. Nunca me he vendido. He tratado de ser sincero, evitando  la mentira y la falsedad, eso es lo que he protegido todo este tiempo”.

Defiende sus opiniones
Además de ser uno de los máximos compositores románticos (un tema que confiesa cada vez es más difícil de abordar), De Vita le ha impreso una fuerte crítica social a sus temas. Opina sobre políticos, activismo social y posturas gubernamentales porque siente que es su derecho. “Ser un individuo famoso no significa perder la capacidad de opinar”, afirma serio, aunque acepta que no se sienta a componer pensando en un tema en específico. “No es llegar y decir, ‘bueno, hoy voy a hablar de las mujeres maltratadas de América Latina’”.

Peor aun, se considera un mal letrista. “Tengo siempre música en la cabeza, tonadas, pero letras no, me cuesta mucho trabajo, trato de robarle un poco a los grandes”.

El músico se despide, aclarando de una vez que si el disco Simplemente la verdad viene con el arte fotográfico en blanco y negro, no es por subirse a la moda “dark”: “Simplemente le quería dar elegancia, sobriedad al disco”, remata con una sonrisa y levantándose de la silla.

La frase:
“El mundo de la música no es frívolo, hay que amarlo, hay que quererlo en un momento tan difícil”.
Franco de Vita, cantante

La verdad es que Franco de Vita
• Admira a Joaquín Sabina y José María Cano como escritores. Le gusta el trabajo de Reily en México.
• Le tomó una década escribir una canción, y que mejor nombre: 10 años y un día, que viene en Simplemente la verdad.
• Se le resbala todo lo malo. Afirma que se desprende fácil de las cosas negativas sobre su vida: “No soy rencoroso”.
• Escucha a algunos artistas mexicanos con interés: “Me gusta lo que esta haciendo Motel, Julieta Venegas, Maná”.