Eugnia León canta “hasta los huesos”

CIUDAD DE MÉXICO.- El fallecido musicólogo José Antonio Alcaraz escribió alguna vez: “En cada uno de nosotros, cuando la escuchamos, la acción benéfica de Eugenia León auspicia el redescubrimiento de la capacidad de gozo. Viajero, detente: has llegado a la región más transparente del canto”.

Esa cita podría explicar lo que sucedió el miércoles en el Lunario, donde la intérprete presentó Cine, el CD doble en el que ofrece 22 canciones extraídas de otras tantas películas mexicanas, más el documental La transformación del cine en música, de Julián Hernández y Roberto Fiesco.

La intérprete tiene una historia personal con el pantalla de plata, recuerda que cuando era niña vivía en Tlalnepantla y la llevaban al cine San Marcoas a ver películas españolas de Joselito, Rocío Dúrca y Raphael. “El cine Elvira era más popular, pasaban películas medio escandalosas y mi mamá nunca nos llevó”, recuerda la intérprete.

- ¿En verdad te enamoraste de “El Estilos”?

- Cuando vi a Óscar Chávez en Los caifanes, sentí una corriente eléctrica impresionante, pero no sólo era yo, muchas chavitas estábamos en sintonía.

- ¿Y Pedro Infante?

- Es bien sabido que siento una gran debilidad por Pedrito. Yo creo que él, Tin Tan y Joaquín Pardavé forman la tríada de genios actorales de nuestro cine.

- Menciona la escena de un filme que te haya impresionado.

- Ahorita me viene a la mente cuando el cieguito de Santa le cuenta su triste historia personal a la prostituta, para que ella se sienta menos mal con los problemas que la aquejan. Es de una ternura impresionante.

- ¿Por qué haces poco cine?

- Lo mío no es ser actriz. Hice un papelito en Arráncame la vida y lo disfruté mucho.

- ¿Y “Hasta los huesos”?

- (Risas). Es un cortometraje de animación de René Castillo, en el que canto ''La Llorona'', y a ''la Catrina'' le pusieron mi carita. Aquí ya se hacía algo parecido a lo que luego vimos de Tim Burton en ''El cadáver de la novia''.

- ¿Hay más cine en tu futuro?

- Actuando, no creo, pero voy a cantar Adiós Mariquita linda en Las paredes hablan.

- “Cine”, te costó sangre, sudor y lágrimas, ¿no?

- Lo grabamos en plena epidemia de influenza; a cada rato se cancelaban sesiones con los músicos invitados. Choqué y traía collarín; luego me rompí un brazo y murió mi amigo Marcial Alejandro.