Erik Rubín, cómplice de la música

GUADALAJARA, JALISCO.- Nada como vivir el momento. Dicen que quien vive pensando en el pasado y planeando el futuro corre el riesgo de perderse la aventura del presente, sin embargo hay quienes como Erik Rubín han decidido vivir “aquí y ahora”, dejándose sorprender por la vida.

Hoy es un día como cualquier otro para el cantautor y productor Erik Rubín, lleno de posibilidades, con la emoción de que el disco está a sólo dos días de salir al mercado. Erik reconoce que no esperaba la respuesta positiva del público, tanto en la radio como en el interés por descargar el primer sencillo de su nuevo álbum, No para de llover, mismo que se ha posicionado en los primeros lugares junto a Shakira, y cuesta lo mismo: 12 pesos. Para el cantante, quien hace cinco años no se encontraba en el mercado con un álbum inédito desde Erik, en 2004, ésta ha sido sin duda una grata sorpresa, de ésas que la vida le tiene reservadas.

Pero el camino hasta Aquí y ahora no fue cuestión de suerte. Tenacidad podría definir al proceso. Un reencuentro y una gira que alcanzó 90 presentaciones con Timbiriche frenaron el proceso que inició como un voto de complicidad con la música. “Cuando iniciamos no sentimos la presión de una disquera porque no la tenía, y toda la gente que se subió al barco, todo el equipo del productor Ettore Granci, apoyó al proyecto porque les ‘prendía’, no por lo económico; incluso pensé en sacarlo de manera independiente porque no había la lana que normalmente tiene una disquera transnacional y eso le da un valor agregado, es un proyecto que hicimos por amor a la música y es palpable en el disco”.

Cae la tarde mientras Erik atraviesa en auto la Ciudad de México, y con No para de llover sonando en alguna emisora de radio, el intérprete conversa con EL INFORMADOR sobre su trabajo en la producción, su presente y su mejor proyecto: Su familia.

Hace cinco años que salió tu disco anterior, “Erik”, y para muchos intérpretes renovar su propio sonido es una misión complicada, ¿cómo trabajaste en ello con “Aquí y ahora”?

“Con cada uno de mis trabajos trato de reinventarme. En esencia somos los mismos pero la gente cambia. Trato de mantenerme actual escuchando lo que suena en otros países. El sonido de Aquí y ahora no fue planeado, abrimos la llave de la creatividad y afloran las influencias; por eso pienso que este disco tiene un sonido actual pero a la vez más maduro y sin pretensiones. No tratamos de encontrar el hilo negro pero considero que ahora tengo en mis manos el disco más maduro de mi carrera”.

Desde tu material anterior han sucedido muchas cosas en tu vida profesional y personal: familia, reencuentros... ¿Esto influyó en el álbum que está por salir?

“Creo que cada uno de los discos, en mi caso, refleja el momento por el que estoy pasando, mi manera de pensar, sentir o percibir las cosas. Ahorita me encuentro en un momento pleno, de mucho agradecimiento, lleno de bendiciones. La parte familiar me inspira no nada más para hacer una canción sino para todo lo que hago”.

¿Qué tantos riesgos tomaste con esta producción?

“No siento que hayan sido muchos. Mi visión era hacer lo que amo, por eso el título del disco es Aquí y ahora, es una filosofía que he aplicado en mi trabajo y en las diferentes áreas de mi vida porque posponemos nuestra felicidad a esperar el día que logre esto o aquello. Creo que tenemos que ser felices con lo que tenemos aquí y ahora. No tenía que convencer a nadie, ni que el proyecto le gustara a ninguna disquera, sólo me dejé guiar por las cosas en las que creo y disfrutarlas”.

¿Qué tuvo de especial el tema “No para de llover” para elegirlo como punta de lanza del disco?

“Es un tema mío. Dentro del disco tengo varias coautorías y éste es un tema mío totalmente, pero traté de no influir en la decisión. (...) Creo que es algo diferente a lo que ahora se escucha en la radio, tiene mi sello vocal y desde el primer momento en que iniciaron los acordes de la rola en el estudio de grabación me puse ‘chinito’ y supe que tenía un gran potencial”.

¿Qué representa el tema “Donde voy dentro” de este álbum?

“Donde voy es un tema que le compuse a mis hijas. No habla específicamente del amor padre a hijo, ése fue mi caso, pero creo que es una rola universal que le puedes cantar a tu pareja, a la persona a la que amas, y me había gustado desde un principio pero no la había considerado. Por eso la participación de Ettore, que con su objetividad, la rescató. Cuando nos sentamos a escuchar las rolas la dejamos con un toque un poco más clásico, más simple, que fue como quedó finalmente”.

Como profesional la vida se trata de vivir “aquí y ahora”. ¿Tienes la misma filosofía a nivel personal?

“Me gusta trabajar hoy para el mañana pero no estar pensando en el mañana, vivir el hoy. Quiero ver a mis hijas crecer y no perderme ninguno de estos momentos que son increíbles e irrepetibles. La ventaja de poder tener el estudio en casa me facilitó mucho las cosas porque pude comer con ellas, cambiar un pañal o darles la bendición antes de llevarlas a dormir, y tanto ellas como mi esposa son muy respetuosas de mi trabajo. Me interesa ser un padre presente aunque aveces puedes estar y otras no”.

¿Qué tan positiva ha sido para ti la herencia de Timbiriche?

“Muy buena. Es mi escuela. La primera vez que me subí a un escenario. Timbiriche me dio la posibilidad de llegar a muchísima gente y en esta última etapa apliqué lo que venía haciendo como productor con la magnitud del grupo. Me quedé con un buen sabor de boca de participar en la producción ejecutiva de T25 y en la producción musical de varios temas”.

“No me preocupa si soy rock, pop o alternativo, soy amante de la buena música”
Erik Rubín, músico